La locura, la inseguridad ciudadana y el aumento salarial

La locura, la inseguridad ciudadana y el aumento salarial

Millizen Uribe

Al famoso científico alemán Albert Einstein se le atribuye la frase de que loco es aquel que haciendo siempre lo mismo espera resultados distintos.
Justamente eso está pasando con el Gobierno en el tema de delincuencia e inseguridad ciudadana.
Recientemente anunció un nuevo operativo de seguridad que conlleva la salida a las calles de unos 7,000 policías y militares.
La medida no es nada nueva. Desde hace varios años vemos que cuando la gota rebasa el vaso, que en este caso implica que la delincuencia perjudica a alguien de clase media o alta, o famoso, o que conmueve, como fue el penoso caso de la señora Delcy Yapor, entonces se recurre a medidas efectistas como la militarización.
Esto es lamentable porque nueva vez se trata de una medida aérea que en esta ocasión, al igual que en las anteriores, no dará al traste con el problema.
La razón fundamental es que la militarización no ataca las causas. Para la delincuencia común un aliciente fundamental es la desigualdad social y la falta de oportunidades económicas y sociales, y de ellas adolece casi la mitad de la población dominicana.
Una consulta hecha recientemente por Participación Ciudadana a instituciones públicas vinculadas a la seguridad ciudadana y actores de la sociedad civil identificó a la desigualdad social y el desempleo como las principales causas estructurales del auge de la delincuencia. Ni una ni otra se atacan de manera frontal y directa mandando oficiales a las calles.
Además de que habría que ver hasta qué punto ellos son parte de la solución y no del problema, considerando datos como el ofrecido por la fiscal del Distrito Nacional, Yenni Berenice Reynoso, quien afirmó que en el 90% de los casos de crimen organizado registrados en el país hay militares y policías involucrados, lo que conlleva que muchos ciudadanos no se sientan seguros ni con los mismos oficiales.
A esto se suma la constante impunidad, ya que el crimen, ni el común, ni el de cuello blanco, se combaten en las proporciones adecuadas y ese es un factor aliciente para la delincuencia.
¿Y qué decir del factor salarial? Corriendo el riesgo de pedir peras al olmo, uno esperaba que de las sesiones recientes del Comité Nacional de Salarios saliera un aumento salarial en base al costo de la canasta básica y al aumento de la productividad.
Entonces, el Gobierno no puede estar tomando atajos para enfrentar la inseguridad ciudadana. Debe atacar las causas porque mientras no se haga así y se evada dar respuesta a estos factores, estaremos buscando la fiebre en la sábana y el enfermo se pudrirá cada vez más.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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