La Loma Miranda: esa nueva mirada

<STRONG>La Loma Miranda: esa nueva mirada</STRONG>

Este es un diálogo que deseo realizar, de manera imaginaria,  con los técnicos internacionales del PNUD que vienen al país a re-evaluar los estudios de impactos ambientales realizados por una multinacional interesada en la explotación de una bella Loma llamada Miranda y por los científicos de la Academia de Ciencias.

La ecología y los estudios sobre medio ambiente ya no implican solamente argumentaciones técnicas. Imagínense, estimados técnicos, que ustedes vieran sus lomas enverdecidas, irresistiblemente  perder “ese verde” que tanto los encantan seguramente y que fueron  “las postales de su infancia” ¿qué harían ustedes frente a los avances voraces de una empresa multinacional que todo lo ensucia, todo lo contamina, todo lo exige por un apetito feroz de sacar de las entrañas de la tierra, ese ferroníquel que necesita Canadá.

 Nos dejan las cimas peladas, el cielo enlutado de ese humo que sale a ensuciar el sol en los atardeceres, dejan los pastos pegajosos, pelan los árboles de aguacates y de mangos y todos sus frutos nacen pequeños: eso dicen, los ancianos. La oposición del pueblo a la explotación y desaparición de la Loma Miranda es un grito  para la vida en un valle amenazado por las mineras canadienses, no es solo Falcondo es también la Barrick y la otra y la otra por venir: por eso no son solos los veganos que dicen Sí a la vida, al derecho al agua, a  la cultura del Valle, a la paz, a la belleza y a la ética de la naturaleza inmaculada, también son los macorisanos, los cotuisanos, los de Bonao, los de la capital, los de Monte Plata, de Bayaguana, los de Moca, los de Salcedo, los de Tenares, los de Las Palomas, de Licey y de Santiago, los de Monte la Jagua, de Pimentel y de Barracote, es todo un pueblo que quiere ver sus lomas  verdes, sus ríos caudalosos, sus siembras progresar y sus hijos crecer en ese Valle que todos quieren así y no como lo dejaría la Falcondo que poco tiene que ver con ética, con naturaleza, con belleza, con paz y con esas lluvias que transforma la vida! Imagínense, estimados técnicos, que sean las lomas de su infancia que estén en peligro, ¿que harían si fuera su vida, sus aguas, su cultura que estuvieran amenazadas? Como nosotros, decirle, a FALCONDO y a BARRICK: No, basta ya.

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