La lucha contra las drogas

La lucha contra las drogas

VÍCTOR GULÍAS
Es innegable, y manifiesto, el compromiso de la presente administración en la lucha contra el tráfico y consumo de drogas. La gestión del vice-almirante Iván Peña Castillo al frente de la DNCD ha sido exitosa en su primer año, y ello merece reconocimiento. El manejo del espinoso y complejo Caso Quirino, los frecuentes decomisos de grandes alijos de drogas, la captura de elementos buscados por implicaciones con el narco, la lucha contra el lavado, las relaciones con el Consejo Nacional de Drogas (CND), la vigilancia en barrios, frontera y costas y la unidad monolítica de los sectores involucrados en el combate a ese peligroso y poderoso mal testimonian los resultados de esa gestión.

Claro está, el problema es extenso, complicado y de difícil solución, pues el narcotráfico maneja miles de millones y lo permea todo; la droga crea adicción y eso amplía el mercado cautivo de consumidores que matan, roban, secuestran, asesinan para obtener dinero con qué satisfacer su incontrolable vicio.

Pero ahí está la DNCD, con sus hombres y sus mujeres luchando arduamente para frenar el mal, con un cuerpo de oficiales superiores y subalternos de todos los organismos castrenses y PN, sirviéndole a la patria en una guerra sin cuartel en la cual el propio Presidente de la República da constantes demostraciones de que tiene la voluntad política de apoyar esa batalla contra el narcotráfico.

En ese sentido, la designación del prestigioso jurista Marino Vinicio Castillo (Vincho) al puesto de asesor del Poder Ejecutivo para la lucha contra las drogas, con rango de secretario de Estado, da una clara señal de que el gobierno no va a transigir con ese problema, puesto que el país conoce la trayectoria del doctor Castillo en la lucha contra la droga, su rectitud y su reciedumbre moral.

El vicealmirante Peña Castillo, hombre de sólida disciplina y honestidad, ha logrado imprimirle en este primer año de gestión, dinamismo y fuerza a la DNCD, muestra de lo cual es, por ejemplo, los constantes golpes al narco en los aeropuertos del país, las redadas en los barrios, así como la prevención, acercándose a la juventud, en escuelas, colegios y liceos, incentivando el deporte y llamando a las familias a ejercer vigilancia y orientación sobre sus hijos como forma de alejarlos del vicio.

La DNCD necesita mayor presupuesto, más y más modernos equipos de comunicación, logística, tecnología, armamento más sofisticado, chalecos antibalas, salarios mejores y todo el apoyo del gobierno y la sociedad para obtener nuevos éxitos en su guerra patriótica contra el mal del siglo, el narcotráfico y el lavado.

Si los diferentes sectores de la vida nacional se unen alrededor de la autoridad anti-drogas, si el gobierno dota de mayores recursos la DNCD, si los padres ponen de su parte y las juntas de vecinos cooperan, todo ello coordinando políticas DNCD-CND-Gobierno-Sociedad, estamos seguros de que, con unos jefes de la calidad de Peña Castillo, Sanz Jiminián y Vincho Castillo podremos, al menos, contener el mal y ponerle freno en el país, como paso previo a su erradicación.

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