En el país se desarrolla un movimiento social de alcance nacional con la demanda del cumplimiento de la ley 66-97 que asigna un 4% del PIB a Educación. Este movimiento liderado por la “Coalición por una Educación Digna” muestra una serie de ganancias, como son:

a) Empoderamiento social. El proceso de movilización ha logrado empoderar a una parte de la ciudadanía de la defensa de sus derechos y del cumplimiento de las leyes como la del 4% de educación.

b) Apoyo amplio de población no-organizada. El Lunes Amarillo demostró la disposición de una gran parte de la población a movilizarse con el uso de símbolos y acciones que combinen la creatividad y la espontaneidad.

c) Acumulación de demandas educativas y no-educativas.  El movimiento resulta de la acumulación de procesos de movilización anteriores como: Los Haitises, reforma de la Constitución y contra la Barrick Gold; así como del descontento frente al deterioro del sistema educativo con su desayuno ineficiente e intoxicante, despojo del magisterio de su seguro médico por acciones de corrupción y la imposición de currículo y libros de textos ajenos a nuestra realidad socio-cultural.

d) Apoyo de diversos sectores económicos, sociales, religiosos y medios de comunicación.

e) Ruptura con los patrones de pasividad de los estratos medios con el uso de redes sociales y recursos mediáticos para su movilización.

f) Establecimiento de la búsqueda de la institucionalidad y la transparencia como una nueva demanda social y una agenda para la movilización social, rompiendo con la tradición de las reivindicaciones económico-sociales.

g) Reconocimiento del presupuesto como una reivindicación social que compete y compromete a la ciudadanía y el sostenimiento firme y continuo de la demanda del 4%.

h) Presencia protagónica de la población joven de distintos estratos sociales.

A pesar de todas estas ganancias el movimiento recibe un gran revés en su proceso de presión social hacia el Congreso Nacional, Poder Ejecutivo y Judicial en que:

– Visibiliza la debilidad de la institucionalidad, la democracia y la independencia de los poderes en nuestra sociedad.

– Muestra la vulnerabilidad de los legisladores frente a su independencia del Poder Ejecutivo al ceder frente a su compromiso de representación de la población. El poder de “la silla” fue más fuerte. 

Este proceso muestra a un Presidente y un Poder Legislativo sin voluntad política hacia la educación dominicana, el respeto a la institucionalidad y la democracia. La actuación violatoria de las leyes (como la del 4%)  con propuestas opuestas a la institucionalidad y la transparencia (planteada a la coalición) con la violación a la independencia de los poderes y a los intereses del “pueblo soberano”.