Si desea que su cena de fin de año tenga un espíritu de magia y recibimiento acogedor para el nuevo año hay un detalle que no debe olvidar: las velas.
Estas, más que un simple detalle ornamental, constituyen un elemento clave para llenar de luz y alegría sus ambientes.
Así ellas, que durante todo el año están presentes como un detalle decorativo más, ahora en Navidad adquieren protagonismo y se convierten en el símbolo ideal de ambientes cálidos.
Un detalle trascendental
En el feng shui, las velas representan el elemento del fuego, el cual es símbolo de transmutación, de renovación y transformación.
En la religión y en la magia, las velas juegan un papel sumamente importante. Son un elemento para concentrar los deseos y para inspirar la confianza en la realización de lo que se quiere.
Esto denota que la importancia de tener velas en los ambientes va más allá de lo decorativo.
Vestidas para la ocasión
Arbolitos, versiones variadas de Santa Claus, bolas, lazos, botas, estrellas, chimeneas… todos los símbolos alusivos a la Navidad pueden ser utilizados como detalles para la decoración de sus velas navideñas.
Respecto a los colores, el dorado y el plateado son los tonos por excelencia al momento de decorar las velas navideñas, pues éstos ponen el sello de fiesta a su decoración.
Pero como hoy día todo se lleva, usted también puede usar los colores clásicos de la Navidad: rojo y verde, u optar por el azul o cualquier otro que se le ocurra.
Lo mejor es que la variedad en el mercado es tal que le garantizamos encontrará la vela adecuada para su personalidad y su estilo decorativo.
Las hay desde su habitual forma de cilindro hasta todo tipo de figuras, como estrellas, esferas, pirámides, corazones, etcétera. En la forma reina la variedad.
También podemos encontrar velas a las cuales se le añaden esencias aromáticas, agregándoles a estas encantadoras representantes del fuego un elemento adicional para hacerlas mucho más seductoras.
Las velas aromáticas indicadas para iniciar el año
CANELA: es un aroma caliente, estimulante, rechaza energías negativas y atrae prosperidad.
EUCALIPTO: purifica el ambiente, regenera la energía estancada y limpia la negatividad.
MENTA: refrescante, permite que lo nuevo fluya.
LAVANDA: tranquiliza y equilibra el ambiente.
ROSA: Atrae relaciones prósperas y crea energías armónicas en la amistad y el amor.
CÍTRICOS: atraen alegría, frescura, espontaneidad y renovación espiritual.