Hay datos de 30 años de que en el país podemos tener la macadamia como una opción para generar prosperidad económica y ambiental, aún más en este momento, cuando el planeta está en estrés.
Pocas frutas en el mundo son tan duras como la macadamia para extraer la semilla del caparazón que la envuelve. Pero esta nuez es deliciosa y fresca y en postres, y algunos aseguran que es exquisita. En el país hay sembrados unos 9 mil árboles de macadamia, de los que el 45% tiene cierta producción de nueces. Aquí está comprobado que cada planta produce entre 30 y 40 kilos anuales.
Instituciones públicas y privadas ligadas a la agropecuaria, como el Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal y la Junta Agroempresarial Dominicana (a través del Cluster de Macadamia), el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, el Consejo Nacional de Competitividad, el Plan Sierra, el Grupo Agroindustrial Bon, a través de la empresa Comercializadora La Loma, entre otras, coordinan esfuerzos, suman recursos y voluntades para fomentar y apoyar la producción y exportación de macadamia, una nuez de alto valor que puede convertirse en uno de los mejores aliados de la reforestación de las peladas montañas del país.
El precio mínimo de venta de un kilo de esta nuez en el mercado mundial es de US$15 y el consumo del mundo registra un promedio de 12% anual de crecimiento, lo que quiere decir que es un gran negocio producirla. La ventaja del cultivo de macadamia es que se puede combinar con otras plantas como café, limón, naranja, guanábana, plátano, guineo, aguacate, zapote, pino, coco y otros.
Pioneros
Manuel Arsenio Ureña, un empresario enamorado de la agropecuaria, tiene la honra de haber iniciado en 150 tareas el cultivo de macadamia (1979), cuando nadie quería esas plantas, cuyas semillas fueron traídas de California, EEUU, por el Plan Sierra, que había diseñado un proyecto con el apoyo de la secretaría de Agricultura. Unos años después, a la hazaña de Ureña se unió el empresario Jesús Moreno, también amante del campo y un gran emprendedor.
Cuenta Ureña que buscando compradores de la nuez, le hice una sugerencia a Jesús Moreno, de Helados Bon, de que hiciera helados de macadamia, pero en principio no la tomó en cuenta, hasta que insistí y se decidió a hacer una prueba e introdujo un helado con nueces de esa fruta y se puso loco, hasta el punto de que hoy ha tomado un proyecto global y aquí ya hubo una reunión con autoridades y productores haitianos para ver cómo se intenta la producción de esa fruta en Haití, con fines de aumentar la producción.
En la agricultura he tenido éxitos y fracasos, pero siempre positivos y dispuesto a seguir hacia delante e incentivar a los agricultores a continuar sembrando. La siembra de la macadamia fue, para mí, una aventura. Sin embargo, originalmente no fue una iniciativa mía per se, sino del Plan Sierra. Trabajo en ese plan desde su fundación hasta 1996, cuando asumí la presidencia del Consejo, nombrado por el Gobierno, pero toda la vida he trabajado con ese plan, diseñado para la Sierra ( San José de las Matas y Jánico, en Santiago, y Monción, en Santiago Rodríguez) que comenzó su trabajo en 1979. Allí había café y se diseñaron proyectos de cítricos (limón, naranja) y otros que han tenido éxito. Los campesinos, que son muy aguzados y que no conocían la macadamia, aunque se les explicó bien su bondad, no asumieron la siembra de esa nuez, explica Ureña, porque en el Plan Sierra la cultura es sembrar bosques y después algunas alternativas para darle calidad de alimentación y de ingresos a los campesinos. Señala que las plantas se iban a perder y le pidió a la Junta de Directores del Plan Sierra que se las dejara sembrar en su finca de Los Montones, en San José de las Matas y, si tenía éxito, ese sería el banco de multiplicación del proyecto, y así ocurrió.
Potencial
En el país tenemos condiciones climáticas similares a las de Australia, como en San José de las Matas; Los Blancos, en Bonao; Polo, en Barahona, Jarabacoa y Constanza, entre otras, en donde se pueden sembrar más de 50 mil tareas de macadamia, dice Moreno.
El país tiene unos 50 mil pequeños productores de café que necesitan rentabilidad, porque están en bosques de biodiversidad.
En Jarabacoa estamos instalando un vivero de 50 mil plantas y otro en Polo, Barahona, de 40 mil plantas, con el apoyo de la AID. El plan es que la macadamia se convierta en un negocio rentable, sostenible, para todo el que participe, incluida la industria. En Polo hay 300 agricultores y en Jarabacoa unos 50 que están dispuestos a sembrar esa nuez, declara Moreno.
La cifra
15.00 dólares. Es el precio mínimo de venta de un kilo de macadamia en el mercado mundial y el consumo del mundo registra un promedio de 12% anual de crecimiento
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Productos
La Productora los Montones que procesa la macadamia envasa una gran variedad de productos: macadamia con sal, sin sal, con caramelo y con pasa de 4.5 onzas, turrón, helados Bon, picada y pulverizada (con gran uso en pastelería y repostería) y en la cocina para arroz, ensaladas, etc.
Importaciones
Como la producción local no suple el mercado, la Productora los Montones importa de Guatemala de 16 mil a 20 mil kilos anual, principalmente para la fabricación de los helados Bon.