La magia de los suflés hechos en casa

La magia de los suflés hechos en casa

No son pocos los cocineros  confesos que se espantan ante la sola mención de la palabra suflé. Un suflé nace de la unión de dos preparaciones: una base que le da el sabor (y muchas veces el color), y la otra, que le da la consistencia aireada característica,  de la que proviene su nombre (soufflé -soplado, inflado- del verbo francés souffler). Es un plato sumamente simple y, sin embargo, puede resultar un fracaso estrepitoso.

Una pena, pueden pensar algunos, porque es una buena idea para sorprender a la familia, sobre todo a los niños que ya están de vacaciones. No tiene por qué ser un fracaso. Lograr un buen suflé no depende de la buena suerte, aunque sí puede depender de las “mañas” de su horno: necesita calor parejo y constante, entre otras reglas. Lo bueno: como no ocurre en otros muchos ámbitos de la vida, las reglas están claras.

Un primer secreto. ¡ Los  huevo! Apropósito de que dicho alimento es  “trending topic” en estos momentos,  sepa que  las claras son las   responsables de que su suflé salga “como Dios manda”. Por eso conviene que no olvide los siguientes datos:

 Tienen que estar batidas a punto de nieve (es fácil saber si lo logra, ya que son capaces de vencer la fuerza de gravedad: cuando da vuelta el bol donde las batió, ellas no se mueven de su lugar).

Para alcanzar el punto de nieve, las claras deben estar a temperatura ambiente.

La mezcla a la que agregue las claras (salsa blanca o crema pastelera, por ejemplo) también debe estar a temperatura ambiente.

Otro asunto riesgoso. Usted  conoce su horno y sabe cómo hacer para que juegue a su favor, pero también es importante que no lo boicotee. La regla de oro dice: ¡jamás lo abra durante la cocción! Se producirá un choque térmico y su suflé quedará aplastado.

El horno debe estar precalentado, y durante la cocción conviene que no supere demasiado los 180º C. Y  con esa temperatura, el tiempo de cocción ronda los 20 minutos en un molde mediano o grande (menos tiempo en los individuales).

Si está atenta a estos detalles y aprovecha los trucos que le sugerimos, las recetas que le proponemos serán todo un éxito.

Forma de servir. Este plato, acompañado de alguna de sus ensaladas preferidas, sirve tanto para comida como para cena, se prepara en poco tiempo y es un éxito asegurado.  El suflé se debe de servir inmediatamente después de sacarlo del horno.  

Recetas

Suflé de queso

4 cucharadas de mantequilla
 4 cuharadas de harina
 4 claras de huevos
1  taza de leche caliente
Las hierbas de su preferencia
 Pimienta y  sal
 11/2 taza de queso rallado
2 cucharadas de crema de  queso blanco, si prefiere

Preparación. Prepare la  salsa blanca con la mantequilla, la  harina y la  leche caliente. Condimente con las  hierbas  y  la pimienta, pero sea cautelosa con la sal. Agregue 11/2 taza de queso rallado y un par de cucharadas de crema. Retire del fuego y deje que se enfríe; añada 4 yemas y mezcle bien. Aparte, bata las claras a punto de nieve. Mezcle ambas preparaciones y ponga  en moldes individuales. Cubra con una rodaja delgada de queso y cocine a baño de María hasta que el queso se gratine (entre 20 y 30 minutos a horno medio) o lleve al horno según la instrucción del texto.
 
Suflé de chocolate

1 taza de  leche
 6 cucharadas de azúcar
1 barra  de chocolate amargo
 1 cucharada de cacao amargo
2  huevos 1 cucharada de mantequilla

Preparación. Calentar la  leche con seis cucharadas de azúcar y agregar el  chocolate amargo picado. Mezcle con cuchara de madera hasta que se derrita. Baje  del fuego; cuando ya esté tibio añada,  2 yemas y una cucharada de cacao amargo. Mientras, enmanteca y espolvorea con azúcar cuatro moldes para suflé. Batir a punto de nieve dos claras con una pizca de sal, y agrega a la mezcla (no olvides que debe estar a temperatura ambiente). Hornear a 180°C durante 15 minutos.

Suflé de verduras

3 yemas de huevo
3 claras de huevo
3 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de harina
1  taza de leche
1 taza de zanahoria cocida y picada
1/2 taza de espinaca cocida y picada
1  taza de brócoli cocido y picado
Nuez moscada al gusto
Sal y pimienta al gusto

Preparación. Preparar una salsa blanca con la mantequilla y las dos cucharadas de harina, cocinar e ir agregando la leche fría. Sazonar con sal, pimienta y nuez moscada. Agregar las verduras cocidas y picadas, adicionar las tres yemas batidas y luego incorporar las tres claras batidas a punto de nieve. Mezclar en forma envolvente. Verter en moldes individuales y hornear de 15 a 20 minutos a 180 grados C.

 

 

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