La magia del Teatro Apollo revive en una exposición en Nueva York     

La magia del Teatro Apollo revive en una exposición en Nueva York     

Nueva York, (EFE).- Las caras y los sonidos que hicieron del Teatro Apollo de Harlem la cuna de la música negra reviven desde hoy en una exposición en Nueva York que analiza el impacto de la mítica sala de conciertos sobre la cultura popular estadounidense.  

Fotografías, grabaciones, vídeos, instrumentos e incluso trajes de James Brown, Miles Davis o Michael Jackson comparten hasta el próximo 1 de mayo el Museo de la Ciudad de Nueva York para recordar la historia del Apollo, donde se lanzaron las carreras de nombres tan indispensables como Ella Fitzgerald o Billie Holiday.  

 “Es una exposición absolutamente brillante. Además es como una lección- se ven fragmentos de nuestra historia que pocos conocen y que hay que preservar”, dijo a Efe la diva del soul Dionne Warwick, intérprete de temas tan conocidos como “I say a little prayer” o “Don’t make me over”, que acudió a la presentación de la muestra.  

Warwick es una de las llamadas “leyendas del Apollo”, un lugar que la catapultó -como a tantos otros participantes en sus populares noches para aficionados- a los puestos más altos de las listas de ventas y en el que, según explicó, consiguió “la confianza que hay que tener sobre el escenario».  

 Sin embargo, para ella, “lo grandioso del Apollo” es que ha enseñado a multitud de generaciones “a amar la música” gracias a actuaciones de “los grandes, de las auténticas leyendas”, como Nat King Cole, Duke Ellington o James Brown.  

 “Yo no puedo imaginar un mundo sin música, y el Apollo ha sido capaz de capturar eso y de hacer partícipe de ello a todo el mundo que ha pasado por allí. Es algo magnífico”, aseveró Warwick, quien recorrió la muestra prestando atención a cada detalle “para explicárselo todo -dijo- a mis nietos».  

 La exposición, que lleva por nombre “Ain’t Nothing Like the Real Thing”, repasa así el recorrido de la sala de conciertos, desde que nació en 1934 e hizo historia al permitir el acceso al recinto de la comunidad afroamericana, hasta los acontecimientos más recientes que lo han vuelto a situar en primera línea mediática.  

 Entre ellos destaca sobre los demás la muerte de Michael Jackson en 2009, una tragedia que convirtió al Teatro Apollo en punto de peregrinaje para los seguidores del “rey del pop” en la Gran Manzana, ya que esa sala había albergado una histórica actuación de los Jackson Five en 1969 que los convirtió en una sensación nacional, con el pequeño Michael a la cabeza.  

De Jackson se pueden ver numerosas imágenes y alguno de sus sombreros, mientras que también destacan históricos objetos de otros artistas, como un traje de James Brown, un vestido de Ella Fitzgerald, las trompetas de Louis Armstrong y Miles Davis, o los zapatos de claqué que llevó de niño Sammy Davis Junior.  

La muestra, en la que también hay reproducciones del icónico neón que promociona el nombre del Apollo en la calle 125 de Harlem, incluye discos de grupos que han triunfado allí, como Earth Wind and Fire, Aretha Franklin y Bill Cosby.  

Pese a que la exposición subraya, con imágenes de protestas y manifestaciones en las calles de Harlem -el corazón negro de Manhattan-, el impacto social que logró al convertirse en el plantel de la música negra, también deja claro que en el Apollo hay lugar para más que música afroamericana.   Así, se muestra un gran vestido que lució Celia Cruz cuando la sala se abrió al público hispano y a los sonidos de la gran artista cubana y del puertorriqueño Tito Puente, de cuyas actuaciones se exponen imágenes y copias de los programas.  

“Yo vi a la gran Celia Cruz en esta sala y me quedé impresionada por su manera de cantar y moverse. Pude saludarla y se portó muy bien conmigo. Cuando iba a grabar versiones de mis canciones, le propuse colaborar y aceptó. Me siento muy privilegiada”, explicó a Efe Dionne Warwick.   De esa colaboración nació una versión salsa de su tema “Do you know the way to San José”, una grabación que ejemplifica, según Warwick, “los buenos frutos que salieron del Apollo». 

  “Celia Cruz y Tito Puente son una parte esencial del legado musical del Apollo. Nueva York era el punto de unión entre las poblaciones afroamericana y latina, lo que se refleja en el impacto que tanto Cruz como Puente tuvieron en nuestro público”, explicó a Efe la presidenta de la organización sin ánimo de lucro que gestiona el Apollo desde 1991, Jonelle Procope.   En la exposición incluso se cuela una fotografía del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien en 2007, recién lanzada su carrera hacia la presidencia, eligió la sala neoyorquina para tomar contacto con la comunidad afroamericana de la Gran Manzana. EFE

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