El coleccionismo institucional dominicano se ha ido desarrollando cualitativa y cuantitativamente, no sólo porque más organismos oficiales han demostrado recursos, interés y decisión en este sentido, sino que la selección de las obras ha progresado enormemente. La Colección Permanente de Arte de la Cámara de Diputados está dando un excelente ejemplo al respecto, y es un placer visitar los distintos pisos del edificio de La Feria, e ir descubriendo muy atractivas pinturas, entre las mejores obras si no las más contundentes en algunos casos- que cada artista plástico presente ha producido en su carrera.
Es una colección reciente, surgió hace dos años, y aparte de las adquisiciones nuevas, algunas obras de particular relevancia, hoy difíciles de encontrar en el mercado, han sido sacadas de las reservas, por cierto en buen estado de conservación y perfectamente restauradas en caso necesario. Este tipo de trabajo muestra que ya empezaba una preocupación por dotar a la institución de bienes artísticos nacionales.