La mala fe

La mala fe

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
La Suprema Corte de Justicia tuvo que descargar al ingeniero Eligio Jáquez,  a los hermanos ingenieros Escarramán y demás acusados por la compra de invernaderos financiados por el sector privado.

Pienso en la propuesta de unidad que hace el gobierno y en una importante categoría política dominicana: la mala fe.

El presidente Joaquín Balaguer comenzó la “telenoverla” de los lunes, mediante la cual un funcionario del gobierno acusaba al ex Presidente Salvador Jorge Blanco de cuanta cosa se les ocurría; entonces salí en defensa de mi amigo Salvador, antes que nadie se atreviera.

El doctor Balaguer tenía los juegos pesados y no todos se atrevían a contradecirlo. Era discípulo de Trujillo quien vio a un amigo y comentó: Fulano está vivo todavía. Cuando preguntó por su amigo le respondieron que estaba muerto, como había preguntado si estaba vivo…

El doctor Balaguer azuzó, enchinchó  en el Partido Revolucionario Dominicano y logró dividirlo entre el Bloque Institucional Social Demócrata (BIS) encabezado por el doctor José Francisco Peña Gómez y el Partido Revolucionario Independiente (PRI) encabezado por el licenciado Jacobo Majluta.

Aprovechó la coyuntura y sometió al ex Presidente por compras que realizaron las Fuerzas Armadas y la Policía, las cuales se demostró que no habían sido sobrevaluadas.

Mientras tanto, cárcel, dificultades, presencia ante los tribunales como acusado de uso ilegal de fondos públicos.

El doctor Balaguer y sus muchachos de mandado sabían que Jorge Blanco era inocente, pero lo sacaron de la carrera por la Presidencia al crearle el sambenito de corrupto. ¡Carajo! Aquí sí es verdad que las palomas le tiran a las escopetas.

Nadie ha demostrado que el doctor Jorge Blanco tenga los millones de que se habló en el juicio en su contra.

La mala fe y la mentira acompañan la duda de quienes no conocen a Salvador Jorge Blanco. De esas culpas estoy exento.

Esta administración, sin las sutilezas malignas del doctor Balaguer, decidió acusar a funcionarios del gobierno pasado de uso ilegal de fondos públicos, al asignar invernaderos mediante negociaciones financiadas por bancos comerciales.

¡Otra barbaridad! Estos fulanos del gobierno desconocen los beneficios de los invernaderos y en su egoísmo y maldad  prefieren acusar a un grupo de personas de algo que, en su mala fe, los acusadores saben que es mentira.

Mientras, no sólo intentan desacreditar a los funcionarios sino también el método de producción Y aún con esta falta de respeto a los demás, hablan de unidad nacional.

¿Quién les cree?

Empero, son capaces de llamar a la unidad nacional, salidos de una campaña donde se presentaron como los campeones de la solución de los problemas, donde prometieron convertir la crisis en progreso. ¿Ustedes ganaron las elecciones? Gobiernen, que ustedes son los que saben. Gobiernen sin muletillas, para que luego no usen su mala fe para acusar a la oposición de hechos que saben no sucedieron.

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