La maldición de ser homosexual

La maldición de ser homosexual

Manauri Jorge

La religión cristiana –y casi todas- perdona cualquier cosa si demuestras arrepentimiento sincero, pero si hay algo que genera repudio casi instantáneo es el tema de la homosexualidad. No se concibe que un hombre o mujer ame a un semejante del mismo sexo, eso es pecado al más alto nivel. A Jesús se le ha tildado hasta de hereje y el mundo sigue su curso, pero una serie en Netflix parodió con un posible mesías gay y la hoguera ha quedado chiquita.

La producción audiovisual de Porta Dos Fundos se llama “La primera tentación de Cristo”. Relata la llegada de Jesús a su casa materna después de pasar 40 días en el desierto. Este colectivo suramericano es conocido por parodiar con la historia, incluso ganaron un Emmy Internacional por su versión de “La última cena”, que en su producción se llamó “La última resaca”. Esta vez el «Hijo de Dios» no llega solo, le acompaña otro hombre afeminado que al final termina siendo el mismo diablo, literal.

¿Cuál es el problema ahora? La molestia colectiva que hay surge porque esta vez la sátira pone a Jesús como homosexual y, en el espacio cristiano, eso es lo peor que se puede decir de él. Hubo intentos de presentar otro Jesús como lo hizo Martin Scorsese en 1988 cuando sacó “La última tentación”. En 1973 se armó el juidero con “Jesucristo Superstar” y seis años después con “La vida de Bryan”. La intención siempre ha sido contar una versión distinta de lo que ya se conoce, algo que es tendencia en el cine.

Ahora bien, vamos a quedarnos en la serie de Netflix protagonizada por el ahora maldito Gregory Duvivier. Se estrenó a principios de diciembre y desde entonces ha generado polémica entre los religiosos por considerar que es “blasfemia” lo que se dice. Hasta ahí vamos bien, sin embargo, el pleito viene por una sola razón: Jesús figura como maricón. Sí, maricón.

¿Por qué lo digo así? Porque así es la expresión denigrante de quienes insisten en cancelar la serie que, por cierto, la plataforma reiteró no dejará de transmitir por considerarla una producción más de los miles que tiene y, por demás, es de consumo opcional, quien no desee verla simplemente pasa a otra cosa o, en su defecto, cancela su cuenta. De hecho, varios artistas, influenciadores y religiosos anuncian el cierre de sus cuentas, lo que ha disparado los niveles de audiencia por ser carne para el morbo (efecto Streisand).

Analicemos entonces…

En la serie que vi –muchos de los dolidos no la han visto- se advierte humor negro en los créditos y desde la portada se intuye que se trata de una parodia. Si a ofensa vamos, el mayor dolo no es a la figura de un Jesús homosexual, ni a la de una María manipuladora, ni a la de un José inseguro, sino al mismísimo Dios. ¿Por qué? Se le presenta como un hombre irreverente, egocéntrico, abusivo y, sobre todo, agresor sexual. Se le figura como un mortal más que engaña, miente y acosador de mujeres, especialmente las que ya tienen pareja.

¿A caso no es esa una ofensa mayor que ser maricón? A todas luces sí porque la figura de mayor peso en la historia de la humanidad es puesta como un ser de pecados incontables y mundana, totalmente contrario a las doctrinas cristianas. Incluso la misma María es presentada al antojo de los realizadores y no se ha dicho nada de eso. De José no se abunda, su personaje lucha con la inseguridad de un hijo que no es suyo y una esposa que le miente y manipula.

“Si alguien debería estar enojado con nosotros debería ser la comunidad gay porque el personaje homosexual termina siendo el Diablo”, se defiende Fabio Porchat, uno de los fundadores de Porta Dos Fundos. Para él estas protestas son homofóbicas y secundo su opinión, lo que veo es mucha evidencia de que la “aceptación” de la homosexualidad es un discurso de los dientes hacia afuera, todavía ser maricón es el pecado original para los religiosos.

Esta ola de dolientes pone a simple vista la paradoja de que dentro de la misma fe hay culpables favoritos y credo sacado con pinzas. No he visto igual protesta por los tantos casos de pederastia que han protagonizado sacerdotes católicos, ni recuerdo una sola revuelta de los fieles por el machismo evangélico, mucho menos una huelga por el robo del diezmo. Si vamos a protestar por la violación a la memoria de Cristo, creo que deberíamos iniciar por dentro, ¿o no?

Y para aquellos que no recuerdan la última vez que invocaron el nombre de Jesús y también se han montado en el populismo, les dejo una cosita… ¿Protestas por las narco novelas en los canales abiertos y horarios regulares? ¿Tenes membresía Premium en acoso a menores? ¿Realmente amas a tu prójimo como a ti mismo? Cancelar Netflix es antidemocrático y viola el derecho de quienes consumen sus productos. Jesús fue el principal promotor de la democracia.

Aplaudo que los fieles creyentes se unan en favor de su doctrina, pero ese afán de lucha también lo espero ver en otras causas que no son opcionales como Netflix, sino que nos afectan a todos y todas, sobre todo a los más indefensos. ¿Quieres que cancelen la serie? Deja de promoverla y simplemente no la vea, eso es suficiente para que la plataforma la saque. Lo que sí deseo interioricen es el odio hacia los homosexuales, ese daño no se resuelve con tres padres nuestros. Jesús es amor y el amor es tolerancia.