La mancha indeleble

<p>La mancha indeleble</p>

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Juan Bosch escribió “La mancha indeleble” para criticar que Rómulo Betancourt ingresara a un partido al cual había que entregarle la cabeza. Cuando fundamos el Partido de la Liberación Dominicana, nunca pensé que Bosch intentaría descerebrar a los miembros de la organización como tarjeta de presentación para ingresar a la misma. Lo intentó. De eso son testigos presentes algunos dirigentes de la organización, pero sólo voy a recordar lo que ocurrió en el taller de repostería de mi mujer, Miriam de Gautreaux, en el segundo piso de nuestra casa de la Félix Mariano Lluberes 8.

Convocado el Comité Central, Franklin Almeyda Rancier, imagino que lo recuerda por haber sido el protagonista, comienza a contradecir las posiciones de difícil lógica que sostenía Bosch.

El líder, colérico e intolerante, discute las argumentaciones de Franklyn y cuando no puede rebatirlas con posiciones sólidas, profundas y aceptables por la mayoría, se levanta, hace una de sus rabietas y se marcha de la reunión.

No era la primera vez que, al sentirse acorralado, decía que no tenía por qué tolerar falta de respeto y escurría el bulto para no afrontar la verdad. Algo se inventaba para marcharse.

Ahora que veo la rebatiña aparente por la postulación presidencial dentro del Partido de la Liberación Dominicana, pienso en las vacilaciones de dirigentes y miembros que continuaron soportando a Bosch luego de que un grupo de dirigentes, militantes, miembros y simpatizantes, renunciáramos de la organización, ante las posiciones falsas, dudosas y malsanas sostenidas a nombre del partido, en 1978, sin que nadie fuera consultado. Felizmente, no todos habíamos entregado la cabeza.

Tiempo después, Bosch expulsó de las filas del PLD a Rafaelito Alburquerque y un grupo y luego a Antinoe Fiallo.

En la segunda mitad de la década de 1950 me mandaron a estudiar en la Universidad de Santo Domingo y me consiguieron un empleo en la Dirección General de Rentas Internas. Luego de leer una “invitación” a un acto en la sede central del Partido Dominicano, donde hoy funciona la Secretaría de Cultura, el jefe del departamento decía: “la conferencia comienza a las 8:00. Estaré en la puerta de acceso que da al parque Ramfis (parque Hostos) hasta las 8:05.

Este periódico publicó el sábado pasado un formulario que se empleará en una averiguación de por cuál aspirante interno votaría el militante peledeísta si se presentan a una convención.

El formulario pide: nombre de la persona, comité intermedio al cual pertenece y por quién votaría, si por Leonel, Danilo u otros.

¿Por quién votaría usted, siendo empleado público, contratista, que está a la espera de un puesto en el gobierno, que es hermano, esposa, esposo, hijo de un funcionario de la administración Fernández?

Recordemos que en nuestro país hay tal abundancia de puestos de trabajo que datos de la encuesta publicados el martes en este diario, revelan que sólo el 14.6 de los encuestados dice que anda bien o muy bien la creación de empleos.

Todo parece indicar que desde el gobierno se quiere encuestar a gente que debe quitarse la cabeza, para ver cuáles son los leales, los que voten por la repostulación.

Danilo Medina sugirió: digan que votarán por la repostulación y en la convención llévense de sus propios criterios.

Así anda la cosa. Hasta ahora. Ya veremos.

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