La mano del Gobierno todavía no llega hasta afectados por lluvias en Sto Dgo

La mano del Gobierno todavía no llega hasta afectados por lluvias en Sto Dgo

La mano del Gobierno todavía no llega hasta las familias que viven  en la ribera del río Ozama en la capital, a pesar de que llevan más de una semana con sus casas  anegadas por la crecida del afluente y las cañadas que los bordean.

Dilenia Fernández es una señora del barrio La Javilla, ubicado inmediatamente se cruza el puente que une a Sabana Perdida con Los Mina. Ella dice que no aguanta el dolor del cuerpo de tanto sacar agua de su casita, porque mientras más saca, más aparece.

Tiene ocho días que no se pone zapatos y sus pies empiezan a podrirse  porque tiene que cocinar con el agua que le llega a la rodilla. Su casa esta anegada, pero no tiene a donde ir. Dijo que ninguna autoridad ha ido por el lugar a ayudarla.

Para dormir ha tenido que colocar ocho block, dos en cada esquina de la cama, pero el agua no sede. Decidió pedir ayuda y lanzar tierra al piso a ver si supera el nivel del agua y puede caminar por ella. Su hijo más pequeño lo tuvo que mandar para el barrio  El Tamarindo porque la fiebre no lo dejaba tranquilo.

Mal de muchos…Igual que Dilenia está Orana Rodríguez, ella tiene cuatro hijos y vive al borde una cañada y desde que ve que comienza a llover se para en la puerta junto a sus hijos para irse desde que la cañada comienza a subir a su casa.

Ella también tiene más de una semana sacando agua. “Me duele la espalda de tanto sacar agua, aunque las lluvias son buenas y son  una bendición, para mi es un problema”, dice la mujer en forma desconsolada, mientras abre las cortinas de su casita para mostrar el agua apozada  debajo de su cama.

Informó que se habla de que los van a ayudar, pero sólo se quedan en promesas, mientras sus vidas están en peligro cada vez que llueve.

“Que vengan por nosotros, que también somos humanos los que vivimos aquí”, clamó la señora.

Su  historia también se repite en la casucha de don Emeregildo García un señor de 80 años, casi ciego, que desde la pasada semana se mueve entre agua. “Aquí el agua corre por dentro de la casa”, dice y para mostrar la veracidad de sus palabras  invita que entren hasta la sala y la cocina.

Doña Lidia Cruz tiene alrededor de 80 años , es otra anciana que padece los estragos de los aguaceros de las últimas semanas, a ella aunque no se le entra el agua por las puertas, le cae por la cantidad de goteras que tiene el zinc de su casita.

“Mire “critiano”, eso parece un guallo, yo no encuentro que hacé, pero tengo que quedame ahí porque no tengo pa donde cojé hata que amanece y me voy a lavá y plancha ropa pa ganame la comia”, dice.

Al preguntarle si las autoridades no han ido en ayuda de los afectados del lugar dijo que nunca lo han hecho. Explicó que muchos niños están enfermos porque tienen que pisar las aguas contaminadas debido a que  una cañada que está cerca del lugar se desborda e inunda  casi todo el barrio.

Para muestra un botón. Tomó un niño de unos siete años que estaba a su lado y dijo: “ Mira ese niño lo flaco que tá, eso eh por la fiebre que se lo tá comiendo”.

Pero esa no es sólo la realidad de La Javilla, en Sabana Perdida, también lo es en La Lata, La Barquita y otros barrios de la margen del río Ozama donde la gente vive amenazada.

Las claves

1. Siguen las lluvias

Pese a que la Oficina Nacional de Meteorología había informado ayer que las condiciones del tiempo comenzaron  mejorar, en horas de la tarde se registraron aguaceros considerables en la Capital y la Provincia Santo Domingo.

2.  El informe del COE

El boletín de las 11:00 de la mañana de ayer emitido por el Centro de Operaciones de Emergencias daba cuenta de que la onda tropical que fue localizada en aguas del mar Caribe moviéndose hacia el Oeste no tiene incidencia para el país, sin embargo mantiene alerta verde para Sánchez Ramírez, Duarte, María Trinidad Sánchez, Bonao, La Vega, San Juan, San Pedro de Macorís, Barahona, Monte Plata y San Cristóbal.

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