La marcha de los paraguas verdes. Las tres causales y Gregorio Gilbert

La marcha de los paraguas verdes. Las tres causales y Gregorio Gilbert

Luis Scheker Ortiz

Una multitud marchó “por la vida y la dignidad de las mujeres y niños”

Bajo un sol calcinante y una titánica faena de organización, orden y disciplina, tuvo lugar el pasado domingo 23 de mayo la marcha “por la vida y la dignidad de las mujeres y los niños”, promovida por el Movimiento Patria para Todos, Comisión de Género, con el respaldo de varias instituciones sociales comprometidas con la despenalización de las tres causales del aborto y de toda una muchedumbre desbordada de cientos y miles de personas respondieron con fe e intenso entusiasmo a aquel imperativo tan justo como humano: las causales eximentes del aborto, no solo porque el pueblo lo quiere y el pueblo es soberano.

También porque la Constitución, que tiene por fundamento el respeto a la dignidad del ser humano, le ampara.

Multitud de personas de todas las edades, niños con sus madres, jóvenes y envejecientes de diferentes clases sociales, sin discriminación alguna, alzaban sus paraguas verdes que nublaban el largo trecho recorrido a pleno sol partiendo desde la C/México esquina Máximo Gómez hasta arribar al parque Independencia y detenerse frente al Altar de la Patria, coreando sin cesar las consignas de lucha sin descanso: “Las causales van, en el Código Penal”, “No queremos las causales, en una Ley Especial” impresas en camisetas verdes y pancartas que recordaban además al presidente Luis Abinader el compromiso asumido durante su campaña electoral a favor de las tres causales.

Sabido es que dichas causales siendo sometidas mediante una ley al Congreso Nacional por el entonces presidente Danilo Medina luego se lavó las manos como Pilatos teniendo bajo control absoluto a los legisladores de su partido.

Mientras esa impresionante manifestación popular, desbordante de fe, regocijada, se espaciaba tranquilamente hacia sus hogares, ese mismo día, en un acto patriótico y solemne por disposición del presidente Luis Abinader, mediante Decreto No. 163-19, el Ministerio de Cultura y con él, el pueblo dominicano, rendía tributo de honor y gloria a Gregorio Urbano Gilbert declarado héroe nacional, depositando sus restos mortales en el Panteón Nacional junto con hombres y mujeres insignes que consagraron su vida y enaltecieron con su recta conducta y sacrificio a la patria amada, haciéndose merecedores de ese digno y sagrado nicho.

Gregorio Urbano Gilbert, el intrépido y valiente combatiente, que a edad de 17 años, armado de un revólver y cuchillo en defensa de la independencia y soberanía de la Patria de Duarte decidido a combatir las tropas invasoras norteamericanas que desembarcan en el muelle de San Pedro de Macorís, hiere con un disparo a un oficial de la armada americana dejando escondido en su bolsillo, como testamento, un pedazo de papel , consciente del alto riesgo que corría su vida, que pasaría a la historia: «Muero, pero muero satisfecho porque es un acto de protesta contra la invasión de mi patria por fuerzas extranjeras».

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