La marihuana: daña el cerebro

La marihuana: daña el cerebro

El mundo del placer, del escapismo y del entretenimiento ha impactado la vida de millones de adolescentes y jóvenes, que han decidido auto- gratificarse ya sea de forma recreativa, experimental, o por influencia de grupos, a través del consumo de sustancias Psicoactivas que producen euforia, aumento de la vigilia, del ánimo y de la percepción. 

No sé de dónde han obtenido los jóvenes la información de que la marihuana no es dañina, que no produce dependencia psicológica, ni física, que no altera al cerebro y que no es perjudicial para la salud. Me preocupa porque escucho en la consulta, en preguntas privadas en conversación con adolescentes. La marihuana es una droga dañina que altera la función normal del cerebro, debido a que posee el THC (DELTA-9-Tetrahidrocanabinol), un ingrediente químico que altera la dopamina del cerebro, la Nora adrenalina, sistema límbico, la corteza pre frontal y otras estructuras cerebrales, que impacta y altera la memoria, el juicio, la percepción; cosa esta que produce un déficit cognitivo leve producto del consumo recurrente de marihuana.

Esa alteración cerebral por el uso de marihuana es la que ha llevado a cientos de jóvenes a morir en accidentes de transito, debido a que altera la concentración, la coordinación y la habilidad de reaccionar rápidamente. Es decir, la droga le altera la capacidad para discriminar las distancias y le altera la percepción visual. La marihuana es una droga peligrosa, adictiva, que altera el cerebro y el sistema inmunológico.

A los jóvenes les han engañado con una información distorsionada sobre la marihuana. Una droga que en muchos se convierte en puerta de entrada a otras drogas más adictivas como la cocaína y la heroína. Como toda droga lleva a la tolerancia, es decir, al incremento de mayor uso y en dosis más alta para conseguir los efectos de inicio.

La marihuana, junto al tabaco y el alcohol son drogas de mayor uso en la población joven y adolescentes, sirviendo como droga de entrada a otras más adictivas. En ese camino de uso, abuso y  dependencia, es que se encuentran decenas de miles de jóvenes que no saben cómo detenerse, cuándo parar y, menos, como rehabilitarse psicosocialmente.

La marihuana impacta al cerebro, lo altera y produce cambios en el comportamiento, en las emociones, en las motivaciones y en la capacidad para el logro. Es una droga que no es noble, ni sencilla, ni superficial, y muchos menos, de uso esporádico. Es una verdadera trampa que seduce, que sintoniza en algunos grupos que la consume por moda, para definir estatus, pero, es dañina y perjudicial para la salud, para el cerebro y la personalidad; donde altera la dinámica familiar, de pareja y educativa.

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