La mayor generación de empleos que es posible alcanzar

La mayor generación de empleos que es posible alcanzar

Está en marcha, e intensificándose, la estrategia de crear condiciones jurídicas y estructurales favorables a la instalación en diferentes lugares del país de plantas manufactureras en las que operarias y operarios son tan importantes, y a veces hasta más, que las maquinarias.

En los parques de zonas francas confluyen el utilitarismo empresarial que no puede prescindir demasiado del recurso humano y los brazos ociosos que abundan en naciones como esta en medianía de desarrollo económico, sin la grandeza industrial del Primer Mundo pero sí con algún grado de la pobreza del tercero.

La buena nueva de hoy es que esos centros laborales aportan más empleos que antes -190,472 directos- con adición de los indirectos de distinta naturaleza que generan hacia sus periferias incluyendo a proveedores de insumos y materias primas de origen local.

Además esos agrupamientos fabriles son puertas de entrada a las innovaciones tecnológicas y los de República Dominicana hace tiempo que sobrepasaron las simplezas de cortes y confección de piezas de vestir y han dado al país una importancia mayor como proveedor mundial de equipos médicos incluyendo los de niveles sofisticados.

Es decir: las zonas francas expanden los horizontes productivos de República Dominicana donde ejercen la función embrionaria que tuvo lugar en países de Asia que luego treparon competitivamente a una industrialización de mayor valor agregado. Autos, maquinarias pesadas…

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