Algunos definen  la democracia como una forma de organizar  los grupos y las personas, cuya característica predominantemente es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo u organización.

Para otros, la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la que las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo, utilizando mecanismos de participación directa o indirecta que les confieren la legitimidad a los representantes.

También hay otro concepto más amplio, en el sentido de que democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.

Cualquiera se puede decir  demócrata porque es  funcionario, miembro de un partido político,  legislador o dirigente de alguna organización dentro de un sistema denominado democrático,  pero si sus actuaciones no se ajustan a su esencia o no están absolutamente convencidos de que el concepto mayoría es inseparable de la concepción democrática, podría prestarse a dudas.

 Al hablar de mayoría, algunos entienden que con ello   expresan todo el concepto de la democracia, y no es así, aunque no se puede hablar de democracia sin tener en cuenta que el concepto mayoría es parte medular de su sistema y que sin respetar las decisiones del mayor número de miembros de cualquier organización o grupo, no  hay verdadera conciencia  democrática.

 La mayoría puede ser simple, absoluta y hasta cualificada en algunos países de Europa. Mayoría simple u ordinaria es un sistema de votación mediante el cual se requiere, para aprobar una decisión, más votos a favor que en contra. Es decir, se elige la opción que obtenga más votos que los demás.

La mayoría absoluta, matemáticamente hablando, es una mayoría con más de la mitad de los votos de los miembros que componen cualquier organización o grupo. En los sistemas parlamentarios, regularmente se dice que es necesaria la mayoría absoluta cuando la votación sobre un asunto sometido a consideración requiere una mayoría igual o superior a la mitad más uno de los miembros del órgano.

En materia de elecciones en muchos países, incluyendo el nuestro, se usa el término mayoría absoluta, contando los votos válidamente emitidos, sin importar las abstenciones.

Es decir, qué tan válido es el resultado cuando alguien logra la mitad más uno de los votos emitidos, que si obtuviese el 60, 70% o más. Ahí es cuando mayor conciencia democrática hay que tener, lógicamente, cuando los procesos se realizan llenando los requisitos establecidos.

Esto nos lleva a pensar que cada día debemos poner mayor empeño en concienciar para que  todos puedan entender y asimilar este concepto, no solo los que conforman el  Estado y participan en actividades políticas, sino también quienes lo hacen en las agrupaciones de carácter civil que  inciden en  el diario acontecer. La democracia debe crear conciencia democrática.