Por Hainan Reynoso Uribe
Desde los años 70 se ha estado hablando en el país sobre la conveniencia de mecanizar las labores agrícolas, particularmente las de la industria azucarera.
El sector azucarero inició un proceso de mejoras, en relación a la tecnología, en las postrimerías del siglo XIX. Importantes innovaciones tecnológicas en el corte y tiro de la caña de azúcar se implementaron a partir de 1870 y marcaron el inicio de la modernidad en la industria azucarera en la República Dominicana.
“No fue hasta la década de los 70 cuando inicia la mecanización en el Concejo Estatal del Azúcar (CEA)”, según Jimmy García Saviñón, exdirector del Instituto Azucarero Dominicano (IAD) y exasesor azucarero del Poder Ejecutivo, quien agrega que el proceso implicó la nivelación del terreno, limpieza y siembra.
Puede leer: Brote de dengue en RD: Autoridades disponen de 54 camas en hospital Mario Tolentino Dipp
Observa, empero, que el sistema de plantación cuadrangular del CEA dificultó las labores agrícolas mecanizadas a diferencia del sistema rectangular, que las favorece.
En el 1970 había 15 ingenios en República Dominicana. En la década de los 80 cerraron los ingenios estatales Catarey y Esperanza, Santa Fe y Río Haina y entre los años 1999 y 2000 el proceso de capitalización cerró los diez ingenios estatales que permanecían abiertos.
En el país quedaron operando cuatro ingenios: Central Romana, propiedad de Central Romana Corporation, Ltd.; Cristóbal Colón, del Consorcio Azucarero de Empresas Industriales (CAEI); Barahona, del Estado, pero arrendado al Consorcio Azucarero Central y el Ingenio Porvenir, que también es estatal.
La mecanización favorece y complementa el uso de la mano de obra en la producción, pues reduce grandes procesos a otros más efectivos y simples, en contraposición a la automatización, que prescinde de la participación humana para proporcionar información o instrucción.
A la fecha existen dos casos de éxito de la mecanización y beneficios asociados al corte y tiro de la caña de azúcar, en el Central Romana Corporation, Ltd. (CR) y El Consorcio Azucarero De Empresas Industriales (CAEI).
Central Romana automatizado
Central Romana inició el proceso de mecanización del corte y tiro de caña en el 1990, con lo que alcanzó la automatización de la producción de la caña en un 50%, según datos de su página Web, y le permitió prescindir de la mano de obra extranjera para estas labores, principalmente de los braceros haitianos.
El central azucarero tiene como meta cubrir la totalidad del área bajo cultivo, “hasta donde lo permitan las condiciones topográficas de los terrenos, es decir, alrededor de un 75% del área actualmente cultivada, ya que no es posible automatizar el restante 25% con la tecnología disponible, debido a lo accidentado del terreno”.
El programa incluye la preparación del terreno, siembra, aplicación de herbicidas, nivelación de la tierra, corte, tiro y transporte de la caña de azúcar del campo hasta el ingenio.
CR apuesta a concluir su programa con miras a independizarse: “Cuando el programa de mecanización haya concluido, el Central Romana se habrá independizado prácticamente de los braceros importados y podrá cubrir todas sus operaciones con mano de obra nacional”.
En ese sentido, para los trabajos agrícolas mecanizados la empresa cuenta con una flotilla de 250 tractores con ruedas de goma para el cultivo y tiro de la caña; 35 tractores de cadena para la preparación de los terrenos; 20 moto-niveladoras graders para la preparación de caminos y vías de acceso; 47 unidades combinadas para el corte, equipo y maquinaria que espera ir aumentando según se expanda el programa de mecanización.
Empero, Central Romana todavía emplea 1,800 carretas de seis bueyes cada una para: “las labores de tiro de la caña que todavía se corta manualmente, y que son usadas en el transporte hasta las estaciones de carga de ferrocarril ubicadas estratégicamente en todos los campos bajo cultivo”.
El Consorcio Azucarero De Empresas Industriales (CAEI)
El CAEI también combina el uso de mano de obra y maquinaria especializada para la zafra: “70 % del corte de la caña está mecanizado y para el 30% se usan cortadores”. Según su página web, para “El corte mecanizado, CAEI emplea alzadoras y cosechadoras modernas. El uso de esta maquinaria garantiza seguridad y puntualidad en el pesaje y en la entrega de la caña”, además asegura que el impacto al medioambiente sea prácticamente nulo.
Una cosechadora de labor combinada realiza los siguientes trabajos: despunta los tallos, corta los tallos por la base, parte los tallos en trozos pequeños, elimina las impurezas y prepara los trozos para su transporte.
En este caso, “La Gerencia de Transporte se encarga de mandarla sin demora en camiones o vagones de tren hacia la fábrica”, para garantizar el rendimiento de la caña.
Una opinión calificada
García Saviñón explica que mientras una máquina cosecha 200 toneladas de caña de azúcar, un bracero recoge un máximo de siete, por lo que una máquina realiza la labor de 45 personas, lo cual se traduce en la eficiencia de la cosecha; pero observa que un picador permite que la caña llegue más limpia a la factoría.
La presencia de mano de obra extranjera en los ingenios es mínima, dice, y considera que apenas faltarían de tres a cuatro años para completar el proceso de mecanización de la industria azucarera de la República Dominicana, lo cual implicaría llevarlo hasta un 85%, que es hasta donde la superficie del terreno lo permite.
Sin embargo, García acota que la consecución de esa meta estaría condicionada por las facilidades que el Gobierno le pudiera ofrecer al sector privado en términos de impuestos e importación de maquinarias.
Estatus del sector construcción
El presidente Luis Abinader anunció, durante la octava edición de la Mesa de la Vivienda de la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi), que el Gobierno impulsará un programa de mecanización para reducir la contratación de mano de obra extranjera.
Agregó que se le entregaron unos fondos al Banco de Desarrollo y Exportaciones (Bandex) para esos fines.
El presidente convocó a los representantes del sector construcción y promotor de viviendas a aunar esfuerzos para la implementación de un plan nacional de consenso denominado Pacto de Nación por la Crisis de Haití que permita disminuir a la mínima expresión el uso de braceros extranjeros.
Habla el sector construcción
Acoprovi agradeció y acogió con beneplácito el apoyo del presidente para el financiamiento de la mecanización de la construcción, así como la tecnificación y capacitación de la mano de obra, y que según su presidente, ingeniera Annerys Meléndez, “han buscado históricamente”.
Dijo que la medida podría potenciar al sector construcción mediante la importación de maquinaria y lograr que las labores sean menos rudimentarias mediante el uso de materiales y de herramientas.
Sostuvo que muchos trabajadores dominicanos podrían participar en las labores de construcción “sobre todo en aquellas labores iniciales, como la obra gris”.
Según lo expuesto por Meléndez, no hay actividades mecanizadas en un 100% y para tener acceso a tecnologías que lo lleven a ese nivel, el sector requiere de facilidades de financiamiento y económicas que permitan un retorno en un tiempo prudente, por lo que apoyan la medida anunciada por el presidente.
Otro desafío, según Meléndez, es “Bajar los precios de los equipos y capacitar al personal”.
Afirma que la tasa de retorno del proceso de mecanización es de recuperación lenta y requiere de grandes inversiones iniciales.
Donación China
El gobierno de la República Popular China le donó al Ministerio de Agricultura 43 máquinas y equipos. El embajador en República Dominicana, Chen Luning, indicó que han donado materiales anti epidémicos, cosechadoras de caña de azúcar, camiones de saneamiento y ahora un nuevo lote de maquinarias agrícolas para, “ayudar a modernizar el desarrollo de la agricultura en el país”.
Yang Haodong, ministro del Departamento de propaganda del Comité Provincial del Partido de Hunan, dijo que las relaciones amistosas entre ambos países le han dado la oportunidad de discutir la mecanización y digitalización de la agricultura.