La medicina preventiva:
una inversión que merece la pena

<P>La medicina preventiva: <BR>una inversión que merece la pena</P>

Mucho se habla de las enfermedades, pero muy pocas veces se toman las medidas necesarias para prevenirlas. La medicina preventiva no se limita a las vacunas, como algunas personas podrían pensar.

Si bien es cierto, hay enfermedades difíciles de prevenir, existen muchísimas que siguiendo algunos buenos y sencillos hábitos de higiene y salud, pueden evitarse. La medicina preventiva, “es la rama de la medicina que trata de la prevención de enfermedades. Incluye todas las medidas destinadas a evitar la aparición de la enfermedad (prevención primaria), a parar su proceso (prevención secundaria) y a evitar sus posibles complicaciones”. Practicándo la medicina preventiva sacarás mejor provecho a tu seguro médico y además evitarás gastos mayores al hacer diagnósticos oportunos.

Prevenir no debe ser peor que dejar venir

Prevenir se justifica: 1º cuando la enfermedad declarada no tiene tratamiento efectivo; 2º cuando aún teniendo tratamiento efectivo, su diagnóstico no pueda hacerse tempranamente con los recursos habituales; 3º cuando el número de sujetos en los que se evita la aparición de la enfermedad constituye un porcentaje significativo del 5% de los expuestos a padecerla; 4º cuando el costo total de la prevención sea menor al costo total de la enfermedad.

¿Cuál es el objetivo de la prevención?

Se supone que con la prevención se busca vivir más y con menos sufrimientos. Vivir más presume también que diversas amenazas se ciernen sobre nuestras probabilidades de sobrevida.

2-Para la medicina el hombre es un objeto de cacería, los cazadores están representados por las causas de enfermedades y muerte. La medicina pretende cancelar las licencias para dicha cacería. Debemos evitar que nos maten o invaliden las infecciones, el cáncer, la enfermedad coronaria, la enfermedad vascular cerebral, la demencia, etc. La mayor dificultad estriba en que la muerte es un fenómeno normal y la inmortalidad es inconcebible, retardar el envejecimiento y la muerte podrán pretender un cambio biológico social en el que paradójicamente el éxito podría ser letal, con lo cual el éxito dejaría de ser un triunfo para ser simplemente una salida, el famoso “exitus letalis”.

Un cambio en la pirámide poblacional con una proporción mayor de población senil o incapacitada puede trastocar toda la estructura social. Los accidentes y las guerras acentuarían aún más este desequilibrio si predominaran las víctimas jóvenes, lo que de hecho ocurre.

La prevención de muertes anticipadas o de incapacidades se hacen evitando guerras,miseria, accidentes, homicidios, genocidios, terrorismo y enfermedades. Los médicos nos ocupamos apenas de evitar estas últimas aunque nos toque aliviar las inca pacidades producidas por todas las demás. La prevención debe ser útil y es bueno que se aclare qué es ser útil. Útil es vivir mejor y si es posible más, estos son los objetivos. Si un recurso preventivo no consigue este resultado y si hace vivir peor o menos o si hace desviar recursos a usos inútiles no ha cumplido su objetivo y es por lo tanto inútil y perjudicial.

La medicina preventiva que se ocupa de evitar que una enfermedad aparezca se conoce como profilaxis primaria.  Si se ocupa de evitar que una enfermedad alcance a manifestarse

clínicamente, esto último mediante el diagnóstico o la detección precoz, se habla de profilaxis  secundaria. Cuando la medicina preventiva se ocupa de evitar complicaciones de enfermedades ya establecidas se habla de profilaxis terciaria.

La medicina preventiva basada en la profilaxis primaria es una concepción de la higiene, la medicina preventiva basada en el diagnóstico precoz o detección precoz de enfermedad o riesgo.

La prevención de enfermedades puede hacerse con recursos médicos o no pero se hace en base a conocimientos médicos.

Hervir la leche no es un recurso médico, pero se hace en base a un conocimiento de tipo médico, la contaminación bacteriana se puede corregir mediante ese arbitrio.

El conocimiento médico es el que ha surgido de la investigación clínica, desde la más rudimentaria que es la observación, aunque no hubiera sido hecha por médicos.

Se previenen enfermedades con recursos no médicos sanitarios, premédicos higiénicos o médicos dietéticos, quirúrgicos, inmunológicos o farmacológicos.

Es prevención primaria no fumar para el cáncer de pulmón y las enfermedades cardiovasculares, la actividad física para reducir riesgos coronarios y de fracturas al reducir las caídas por mayor agilidad y reducir los factores de estrés, también lo es el calzado apropiado para la actividad física para reducir el trauma articular o protectores para distintos deportes.

El tema de medicina preventiva es muy amplio.  Esta nota ofrece algunas recomendaciones generales, sencillas, pero importantes que pueden ayudarnos en la prevención de muchas enfermedades.

• El ejercicio. Ejercitarse constantemente contribuye al cuidado preventivo de la salud. Ayuda a mantener un peso adecuado y disminuye el riesgo de enfermedades, especialmente de tipo cardiovascular.

Además se ha comprobado que el ejercicio es beneficioso para la salud mental, pues reduce el estrés y mejora la autoestima.

• Nutrición e higiene alimentaría. El control del peso corporal es muy importante, ya que el exceso o insuficiencia del mismo, puede ser un factor desencadenante de muchas enfermedades.

Una dieta balanceada y saludable es esencial para el cuidado de la salud. También tomar las medidas adecuadas en la preparación y el consumo de alimentos, nos ayudará a prevenir enfermedades de tipo alimentario.

• Evitar o moderar el consumo de tabaco, alcohol y drogas. El consumo de estas sustancias es dañino para el organismo, provocan una serie de enfermedades. Conocer sus efectos negativos debería ser un poderoso aliciente para dejarlos o al menos moderar su consumo.

• Controles o chequeos periódicos. Cuando una persona padece de ciertas enfermedades como presión alta, colesterol, diabetes, etc. debería hacerse chequeos periódicos, para evitar complicaciones futuras mayores.

El dato

También se puede prevenir enfermedades en dientes y encías, visitando periódicamente al odontólogo.

• Vacunas. Es recomendable mantener al día el esquema de vacunas y los refuerzos de las mismas, tanto en niños como en adultos.  Si tomamos en cuenta estos sencillos consejos y los ponemos en práctica, podremos prevenir muchas enfermedades. Recuerda que: “es mejor prevenir, que tener que curar”.

La clave

La prevención trata también de impedir las complicaciones de los riesgos o de enfermedades, sintomáticas o asintomáticas. Es prevención secundaria dejar de fumar para la enfermedad vascular coronaria o periférica, es prevención primaria no haber fumado para el cáncer de pulmón, es prevención secundaria el tratamiento antihipertensivo antes de la aparición de las complicaciones cerebrales, cardíacas o renales, es prevención terciaria el tratamiento antihipertensivo para prevenir recurrencias de accidentes vasculares cerebrales, para prevenir edema agudo de pulmón o retardar el desarrollo de insuficiencia renal.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas