La medida de tu cintura puede
evidenciar tu riesgo cardíaco

La medida de tu cintura puede<BR> evidenciar tu riesgo cardíaco

Si aún no se ha convencido de que esos rollitos de más que tanto le molestan frente al espejo, son además poco saludables, entonces le interesará saber que le conviene reducirlos de inmediato. El tejido adiposo que se forma dentro del abdomen es peligroso, en especial, para el corazón.

Mantener un estilo de vida saludable es la clave.  Diferentes estudios confirman que el tamaño de la cintura es un indicador independiente de la cantidad de “esa grasa intra-abdominal” precursora de la inflamación de la pared arterial y, por lo tanto, de enfermedades cardiovasculares.

Si el tamaño de la cintura aumenta más de 14 centímetros el riesgo aumenta hasta en un 40%.

Por cada 16 años que envejecemos se triplica la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares y para poner a la obesidad en perspectiva, por cada 14 y 14,9 centímetros de aumento del tamaño de la cintura (con respecto a los valores de referencia) en hombres y en mujeres, respectivamente, el riesgo cardiovascular aumenta de 21 a 40 por ciento. De modo que al igual que la edad, la circunferencia de la cintura comienza a posicionarse como un indicador de riesgo cardiovascular.

Por lo tanto, es necesario que conozcamos y estemos pendientes del tamaño de nuestra cintura.

Así como también de nuestra edad, nuestra presión arterial y nuestros niveles de colesterol y triglicéridos, de modo que tomemos las medidas necesarias opara prevenir o reducir el riesgo de problemas cardiovasculares.

El Estudio IDEA

En el denominado estudio IDEA, (Día Internacional de Evaluación de la Obesidad Abdominal) los resultados fueron contundentes.

Este estudio se realizó en 63 países y participaron 6.407 médicos clínicos que midieron el perímetro de cintura durante 24 horas a un total de 168.159 pacientes de entre 18 y 70 años que ingresaron en sus consultorios.

Según los resultados obtenidos, en promedio, el 16% de los hombres y el 12,5% de las mujeres participantes padecían ya de enfermedad cardiovascular. En América latina, esa cifra fue del 10% contra el 26% en Europa oriental.

En cuanto a la cantidad de personas con sobrepeso y obesidad, entre el 60 y el 70% de la población estudiada superaba su peso normal.

Los resultados comprobaron que en todas las regiones estudiadas existe una fuerte relación entre el perímetro de la cintura y las enfermedades cardiovasculares, tanto en las poblaciones más obesas como en las más delgadas, es decir, que el riesgo de enfermedades cardiovasculares aumenta con el tamaño de la circunferencia abdominal, independientemente del índice de masa corporal ó IMC.

La clave

Ejercicios y buena nutrición

Parece ya una frase trillada, sin embargo no puedo sugerirles otra cosa, si con sinceridad esta combinación resulta ser la clave.

Lo que comes

Según la edad debes cambiar la cantidad y tipo de alimentos que ingieres; si tienes alguna duda, haz una cita con un nutricionista y comienza a satisfacer tu curiosidad.

Condiciones especiales

Inclusive el hecho de padecer de alguna enfermedad también varía lo que debes comer y las actividades físicas que debes realizar, para armonizar más con tus circunstancias.

Además, el estudio IDEA demostró que a mayor nivel educativo, menor IMC y que entre personas desempleadas y jubiladas ese índice es más alto que en los trabajadores activos.

Pero, ¿qué pasa con la cintura?  En este estudio se comprobó además que el IMC y el perímetro de la cintura fue mayor en los habitantes de áreas urbanas que en las áreas rurales y que entre las mujeres de 45 a 60 años, la cintura aumentaba con la menopausia.

Todos los médicos controlan la presión de sus pacientes en la consulta, algunos pesan a sus pacientes pero muy pocos les miden la cintura.

Medir la circunferencia de la cintura no es suficiente, pero es mejor que basarse c únicamente en el IMC. Si a una cintura amplia la acompaña un nivel normal de triglicéridos en la sangre, la grasa acumulada es “subcutánea” y por lo tanto no tan peligrosa.

En cambio, si los triglicéridos están altos, la grasa es “visceral”, es decir, oculta entre los órganos y es aquí donde hay mayor peligro.

Lo mejor para un buen diagnóstico del riesgo cardiovascular es tener en cuenta tanto el IMC como el tamaño de la cintura del paciente, en especial, en personas con mucha masa muscular, ya que el IMC no indica el grado de grasa intrabdominal, mientras que la medida de la cintura, sí lo indica.

Si te impones este control en la consulta con el médico y también en casa, el conocido centímetro de costurera se convertiría en un recurso práctico para prevenir enfermedades cardiovasculares a largo plazo.

¿Cómo medir mi riesgo?

Debemos medir el tamaño nuestra cintura colocado un centímetro de costurera a la altura del ombligo. El perímetro no debe superar los 102 centímetros en hombres y 88 en mujeres. Estas son las medidas que se recomiendan mientras las sociedades científicas elaboran un consenso definitivo que indique el punto de corte adecuado según el sexo, la edad, la estatura y el grupo étnico. Aunque sobre esto último y debido a que en las personas con Diabetes estos factores de riesgo aumentan considerablemente, la Federación Internacional de Diabetes (IDF) se animó en 2005 a dar el primer paso. Preocupados porque el 80% de las personas diabéticas muere por enfermedad cardiovascular, los médicos establecieron medidas bastante más estrictas, en especial para los caucásicos donde establecían 94 centímetros para los Hombres y 80 para las mujeres.

Si el tamaño de la cintura es elevado, la persona debe pedirle al médico que controle el nivel de triglicéridos en la sangre. Si ambos están altos, hay un 80% de probabilidad de que la persona tenga “síndrome metabólico”.

La clave está en la prevención

Si estamos pendientes de mantener un peso ideal y alertas de que el tamaño de la circunferencia de nuestra cintura esté dentro de los parámetros normales, estaremos dando el primer y más importante paso para prevenir o reducir el riesgo de aparición de problemas cardiovasculares. En nuestras manos está reeducir la alta incidencia de sobrepeso, Diabetes y problemas cardiovasculares que actualmente están afectando a todo el mundo.

En el caso de las personas con Diabetes, una alimentación balanceada y saludable y el incremento de actividad física son factores imprescindibles que nos ayudan a mantener nuestros niveles de glicemia dentro de los parámetros normales y cuando mantenemos los niveles de glicemia bien controlados estamos previniendo o retrasando la aparición de complicaciones crónicas asociadas con un mal control de la Diabetes. Por otro lado, en el caso de personas con o sin Diabetes, los buenos hábitos alimenticios y un programa de ejercicios regulares son las principales herramientas para poder reducir y mantener un peso corporal adecuado y disminuir el tamaño de la circunferencia de nuestra cintura.

1. Los niños no escapan

Así como lees, la población infantil no queda libre de esta advertencia; es increíble, pero es cada vez más común encontrar niños con afecciones cardíacas derivadas de su obesidad.

Los padres son los principales responsables de este problema, por que son quienes están llamados a enseñarles buenos hábitos de nutrición a los niños.

Indícales desde pequeños la importancia de comer saludable y equilibrado; no debes ser inflexible, pero sí equilibrado, por el bien de su salud.

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