La mediocridad domina a los políticos

La mediocridad domina a los políticos

La ciudadanía sensata ha estado arropada por la mediocridad de las actividades de los políticos que son cada vez mas imberbes e improvisadores. Tan solo actúan de impulso con reacciones primitivas de la conciencia. Y sin sólidos argumentos y sin pruebas para convencer a los que deben darle su respaldo.
La actitud de niños malcriados, de los dos representantes de la oposición en el Consejo Nacional de la Magistratura en las actividades recientes para elegir a los nuevos miembros de las Altas Cortes, fue de muy mal gusto. Fue como una novatada política carente de visión de ellos y de sus jefes políticos que ordenaron plegarse a las directrices de su parcela política. Fue un absurdo al final de una buena participación en las deliberaciones, que pese a estar en minoría, lograron con sus actitudes críticas y responsables se escogieran muy buenos abogados para la Suprema Corte de Justicia. Por igual para el Tribunal Superior Electoral, logrando que el PLD no impusiera a los que estaban vigentes de marcada tendencia oficialista y que pretendían seguir disfrutando de elevados ingresos a costa del Estado.
Resultó chocante en la opinión pública que el senador Paliza y la diputada Castillo boicotearan con sus inasistencias tanto a la proclamación de los jueces electos para los cargos en disputa como a la juramentación de los elegidos el pasado viernes 21 en el Palacio Nacional. Fue una actitud y estrategia muy mal concebida y que los coloca, tanto a ellos dos como a sus jefes políticos, como carentes de visión política. Además su actitud los señala a ellos y a la dirigencia de su partido como muy mezquinos en sus atrasadas concepciones políticas. Esto, la sensata opinión pública nacional, lo repudió en su silencio y sorpresa de ver la ignorancia de los políticos de la oposición. Ese comportamiento de la oposición no es de ahora sino que desde siempre son unos rechazadores a rajatablas de todo lo que haga el gobierno de turno.
Y es que derrotar a los peledeístas en su guarida del Palacio Nacional iba a ser difícil y un trago imbebible. Esto lo lograron con la militante beligerancia de Paliza y Castillo que hacían público al final de cada reunión del consejo los temas reservados que se suponía eran para consumo del CNM. Esto habló a las claras del espíritu débil de la oposición que patalearon para no verse devorados por la maquinaria del PLD. Pese a la ayuda de medios externos modernos preferían, tan pronto salían de las reuniones, denunciar todo lo que se había discutido y presentarse como las víctimas del poder.
De todas maneras la inteligencia de los dirigentes políticos del PLD, pese a sus destripamientos internos por la preeminencia suprema como líderes del partido, está muy por encima de la poca habilidad de los políticos opositores. Estos, con su artillería desplegada para atacar sin puntería al gobierno, desperdician sus energías y afanes en pretender acorralarlo ahora en un mal momento por el escándalo de la Odebrecht. Este ha permitido el despliegue poderoso de los sectores que antes se mantenían al margen de la política. Pero con la Marcha Verde han encontrado un nicho para incordiar a los políticos tradicionales.
La clase política, en su mayoría, amantes de los favores con las coimas a la sombra de sus posiciones, han enlodado la actividad política. Y podrían ser reemplazados por una nueva clase que surge del lodazal provocado por el escándalo brasileño. Hay indicios de que una nueva generación de jóvenes dominicanos están dispuestos a ir al rescate del buen nombre del país con la oferta de un nuevo quehacer político. Con esto se lograría un renacer de las simpatías hacia la clase política tan desprestigiada desde el inicio de la vida republicana.
Y con la Marcha Verde parece que las presentes generaciones están dispuestas a dejar la comodidad de sus hogares y oficinas, de sus clubes y resorts para devolverle a la Patria que los vio nacer. Ojalá que no flaqueen en el intento y no se dejen seducir por la atracción que viene apareada con las posiciones públicas. De esa manera el lodazal político queda sepultado y al menos por un tiempo desaparecerán los grandes escándalos que ennegrecen hasta ahora el panorama político.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas