Cuando en una relación de matrimonio o unión libre ocurre el divorcio, separación o ruptura, y de esta quedan hijos, resulta muchas veces difícil introducir a estos una nueva pareja, debido a que ellos (los hijos) se resisten a que uno de sus padres encuentre un sustituto.

Esta situación pone al padre o la madre que desea rehacer su vida al lado de otra persona en una disyuntiva frente al hijo o los hijos, en algunos casos sin alternativas y en otros hasta con sentimientos de culpabilidad.

En busca de una respuesta certera conversamos con la terapeuta familiar y de pareja, sexóloga Ana Simó, directora del Centro Vida y Familia, profesional que dice a los lectores de ¡Vivir! cuál es la mejor manera para dar ese paso y que la relación familiar quede en armonía.

Según explica la doctora Simó, lo primero, es que el padre o la madre luego de la ruptura deben darse un tiempo para presentar a sus hijos la nueva pareja, y que cuando lo hagan deben informarles (a los hijos) que papá o mamá está conociendo a alguien, pero que ese alguien no piensa sustituir a mamá o viceversa.

Añade, asimismo, que tampoco debe decirles a los hijos que “ese o esa es un tío o un segundo papá”, sino presentarlo con su nombre y en calidad de amigo.

Primera presentación. La terapeuta familiar recomienda que ese primer contacto de la pareja con los hijos debe hacerse fuera de la casa, debido a que muchas veces los hijos pueden ver como una invasión del espacio familiar el hecho de que se haga en casa.

“Ese primer acercamiento podría hacerse en una heladería, una plaza comercial, un cumpleaños, etc, pero no recomiendo el hogar”, dice.

¿Es sano presentar una nueva pareja a sus hijos? Afirma Simó que siempre y cuando la relación sea estable es sano, pero si es una relación que tiene una duración de dos meses y se cambia de pareja en ese período de tiempo resulta más saludable no involucrar a los hijos. “No es recomendable presentar a los hijos a alguien que aún no estemos seguros de que será parte de nuestros proyectos de vida”, reitera.