La mejor noticia del año pasado

La mejor noticia del año pasado

Probablemente este es un artículo a destiempo, pues la costumbre de los periódicos y los periodistas es valorar las noticias del año en diciembre. Pero como ningún diario aludió al hecho que quiero comentar aquí, considero válido decir cuál fue, a mi juicio, la noticia más importante del año pasado en la República Dominicana.

Algunos medios y periodistas jerarquizaron la estabilidad económica, pero creo que el hecho de mayor aliento, el de más largo alcance que se registró en el 2011 fue que la sociedad dominicana lograra que el Presidente de la República se convenciera de que no era posible forzar una interpretación constitucional para presentarse como candidato presidencial.

El Presidente Fernández quería permanecer en el cargo. Su amor al poder y su ambición política lo empujaban a mantenerse en la llamada Silla de Alfileres. Porque para este político de amplia locuacidad, el poder ha pasado a ser, lamentablemente, la razón de su vida, el motivo principal de su existencia.

Los más inteligentes y duchos abogados consideraron en sus días que se trataba de un despropósito. Pero el Presidente Fernández insistía. En el plano político, era lo peor que podría ocurrirle a la sociedad dominicana. Los antecedentes reeleccionistas y sus efectos deletéreos, de ilustrados y de no ilustrados, están ahí: Santana, Báez, Lilís, Horacio Vásquez, Trujillo, Balaguer.

Por lo demás, ¿qué más podría ofrecerle al pueblo dominicano el doctor Fernández, como no sean discursos, conferencias, inventivas emocionales, seminarios, cursillos, libros, revistas, muchos relacionadores públicos y una que otra obra pública?

Casi 12 años de Gobierno han sido suficientes para saber cuáles son los objetivos políticos del doctor Fernández y qué puede esperar el país de él. La sociedad actuó con sabiduría en el 2011 con su persistente resistencia a mantener en el poder  una gestión que no gestiona nada.

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