La mejoría de la inversión extranjera
está en progreso

La mejoría de la inversión extranjera <BR>está en progreso

POR FAUSTO ADAMES
A pesar de haber mostrado un vigoroso crecimiento hasta el 2001, la inversión extranjera directa se desplomó hasta situarse a los mismos niveles logrados a principio de la década de los noventa, tiempo en que los capitales extranjeros brillaban por su ausencia por la poca seguridad, falta de confianza, incertidumbre en los mercados financieros y la inestabilidad macroeconómica que mostraba la economía nacional.

Este desastroso escenario se presentó nuevamente a partir del 2002, período en que comenzó a desatarse la crisis bancaria, y luego en el año siguiente, cuando que se tomaron las medidas desacertadas de la pasada administración, este indicador llegó a situarse en los US$309 millones, su total más bajo en casi 10 años.

Los resultados recientes, arrojados por el Banco Central muestran que la inversión extranjera directa descendió un 11.4%, en el período enero-septiembre de este año, en comparación con el mismo lapso del año anterior, al disminuir de US$522.8 millones a US$463.2 millones.

La institución oficial da cuenta que esta reducción continua de la inversión extranjera se debe, en gran medida, a la inestabilidad macroeconómica del primer semestre y la  consiguiente falta de confianza de los inversionistas extranjeros.

Por estas razones, la balanza de rentas redujo su déficit en 12.6%, debido a que la renta de la inversión directa disminuyó en US$190 millones, reducción que fue provocada en gran parte por el descenso en las utilidades remesadas por las empresas de inversión extranjera.

LAS PERSPECTIVAS

No obstante,  a pesar de que la inversión extranjera cayó  un 67.76% en los últimos dos años, al pasar de los US$961.1 millones logrados en el 2002 a los US$309.9 millones obtenidos en el 2003, el Banco Central proyecta un aumento de 111% en este indicador, puesto que la institución estima que este sector llegará a situarse en los US$654 millones para fines de este año.

Pero este crecimiento no lo es todo, ya que el Banco Central proyecta que para el 2005 ésta llegará a los niveles óptimos logrados hace pocos años, es decir a los US$1,108 millones, sobre todo, por la vuelta de la confianza y de la estabilidad macroeconómica lograda en los tres últimos años de la década pasada.

AÑOS RECIENTES

República Dominicana posee una histórica presencia de capitales extranjeros, pero es a partir de la segunda mitad de los años noventa que los flujos de inversión extranjera directa (IED) se incrementan de manera significativa y se convierten en piedra angular de su creciente inserción internacional. Más aún, la República Dominicana se consolidó como principal receptor de IED en el Caribe. El auge de la inversión se vincula a diversos determinantes de carácter horizontal como:

– Estabilidad política

-Y crecimiento económico y reformas estructurales.

Entre los determinantes sectoriales en el desarrollo de empresas de manufacturas se destacan:

1. El acceso especial a Estados Unidos, y

2. El exitoso desarrollo de las Zonas de Procesamiento de Exportaciones (ZPE)

Por su parte, en servicios destaca:

1. La reforma a las empresas públicas y renovadas legislaciones sectoriales que abrieron nuevos espacios a inversionistas extranjeros.

La IED se asoció a la llegada de Empresas Transnacionales (ET) que desarrollaron básicamente dos estrategias:

– Búsqueda de eficiencia para conquistar terceros mercados en segmentos de prendas de vestir y confecciones, y

Búsqueda de mercados locales de servicios, en especial energía, telecomunicaciones y comercio minorista.

El informe, “La Inversión Extranjera Directa en República Dominicana y su Impacto sobre la competitividad de sus Exportaciones”, del economista Sebastián Vergara, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) arroja estas conclusiones:

Según este informe, las inversiones en las Zonas Francas de Exportación (ZFE), reducidas en términos de montos, pero importantes por su efecto sobre las exportaciones generales, generaron un incremento en las cuotas de comercio internacional, especialmente en el mercado norteamericano.

De igual forma, modificaron la estructura exportadora del país, en favor de manufacturas no basadas en recursos naturales.

No obstante, debido a su naturaleza, las operaciones de las ET bajo el “Sistema de Producción Compartida”, carecieron de impacto significativo en materia de transferencia de tecnología y generación de encadenamientos productivos locales.

Las inversiones en los subsectores de servicios y turismo, en tanto, fueron causas principales del incremento de IED en el período 1997-2002.

Hacia el futuro, las mejorías en la cantidad y calidad de la IED dependerá de los siguientes factores:

– De un mejor aparato institucional de promoción de inversiones (que deberá ser capaz de adaptar la industria a nuevas condiciones externas -en especial en prendas de vestir),

-Y asociar nuevas inversiones a una estrategia de desarrollo productivo del país.

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