Por Onorio Montás
En 1983 tuve la dicha de ser convocado por mi amigo Bernardo Vega Bourié, a la sazón gobernador del Banco Central de la República Dominicana, para la realización de un libro acerca de la cultura taína, única oportunidad en mi vida, para conocer un poco de esa cultura con las grandes colecciones existentes. Fui convocado junto a Frank Moya Pons, quien escribiría una introducción a la obra, y Pedro José Borrell Benz, quien poseía una importante documentación gráfica de las pictografías existentes en diferentes cuevas o cavernas, expresiones artísticas de las culturas taína e igneri indígenas de la República Dominicana, (grupo étnico y cultural precolombino, de origen arahuaco, que habitó la isla y otras áreas del Caribe antes de la llegada de los españoles), que datan de hace más de 2,000 años. Estas pinturas rupestres o pictografías mostraban el arte precolombino.
Al designar como embajador a Tony Raful Tejada le insistí en que conociera tres piezas que existían en Italia: el cemí de algodón, único en el mundo que se conserva en este material, exhibido en el Museo di Antropologia ed Etnografía de Torino (MAET), y otras piezas de menos importancia en el Museo Luiggi Pegorini en Roma y en el Museo Naziónale di Antropologia e Etnografia de Firenze.
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El cemí o zemí tenía una larga historia, el primero en hablar de sobre él ha sido el antropólogo estadounidense Jesse Walter Fewks, quien en un artículo de 1891 anuncia su descubrimiento, adjuntando un dibujo que tenía el capitán Appleton de Boston, en el que se representan dos zemíes (el de algodón junto con otro de madera, ambos actualmente conservados en Turín).
El periódico Corrierre della Sera cita también un documento según el cual el zemí fue comprado por Giovanni Battista Cambiaso en 1882, y luego enviado a parientes en Génova, y que en 1928 fue donado al museo de antigüedades de Turín por el letrado genovés Cesare Buscaglia.
La exhibición del Zemí en República Dominicana ha tenido muchos escollos principalmente el celo del gobierno de Italia de la no devolución de esta valiosa pieza sustraída de nuestro país por la familia Cambiaso. El profesor y escritor italiano Danilo Manera, quien ha desarrollado un fundamental papel para tratar de que el zemí de algodón sea devuelto a Santo Domingo, desmitificó versiones que dicen que la pieza fue robada de territorio dominicano y resaltó que la pieza se ha salvado gracias a la profesionalidad del cuidado de conservación a que ha sido sometido en Torino, Italia.
En mi visita al dicho museo en una sesión exclusiva de fotografías tuve la dicha de ver, tocar y contemplar minuciosamente y hasta recibir las emanaciones mágicas que sentí de esta deidad o espíritu ancestral de ese mundo sobrenatural.
Estuve acompañado por el embajador dominicano en Italia el Rettore dell’Università di Torino è Stefano Geuna y Cecilia Pennacini directora del Museo di Antropologia ed Etnografia de Torino (MAET), además del agregado cultural de nuestra embajada Joaquín Taveras.
Luego de la sesión de fotos fuimos invitados por el rector Stefano Geuna, quien es médico nos expresara su complacencia en que dicha pieza viniera de nuevo a Santo Domingo y que haría todo lo estuviera a su alcance para ayudar a lograr nuestro deseo, desde luego surgieron casi inmediatamente “un clavo en el zapato” la directora del museo Cecilia Pennacini sacó a relucir unos recortes de periódicos “Le Fígaro” y “Corrierre della Sera” con las declaraciones del cantautor José Antonio Rodríguez, quien había sido delegado permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, sobre la Convención de 1970 sobre la protección del patrimonio cultural que “establece la base jurídica para la repatriación de bienes culturales, especialmente aquellos que han sido saqueados o apropiados ilegalmente”.
Tal situación ocasionó un largo impase y celo de las autoridades culturales italianas.
Gracias a las excelentes relaciones del embajador Tony Raful Tejada se subsanaron todos los escollos.
Tuve la oportunidad de pronunciar una conferencia sobre la cultura indígena y particularmente sobre el “zemí de Algodón” y mi libro Arte Taíno en el IILA -Organizzazione internazionale italo-latinoamericana, con una gran concurrencia del cuerpo diplomático y dominicanos residentes Italia.
Mas adelante el presidente Luis Abinader le dio un fuerte espaldarazo a las diligencias que se venían haciendo para traer en exhibición el zemí en el mes de mayo de 2024.
Mas adelante la ministra de Cultura Milagros Germán Olalla firmó los acuerdos.
Germán ha firmado un acuerdo con el gobierno de Italia para facilitar el intercambio de bienes culturales, incluyendo el regreso temporal del zemí de algodón, una pieza crucial del patrimonio taíno. Este acuerdo, gestionado por el embajador de la República Dominicana en Italia, Tony Raful, permitirá que el cemí de algodón sea devuelto temporalmente al país.
Luego de todas las formalidades, la famosa pieza debió llegar al país en el mes de abril de acuerdo a lo convenido y el Museo del Hombre Dominicano enviaría 14 piezas que serían exhibidas en Italia como una forma de intercambio cultural entre ambos.
Es extraño que con el cambio de funcionario en sustitución de la señora Germán Olalla se haya paralizado toda la actividad relativa a los acuerdos firmados y esté en manos de una secretaria el seguimiento a la llegada al país de esta importante pieza que se convertirá en un gran evento cultural que daría la oportunidad a las nuevas generaciones y a los estudiantes de conocer y contemplar esta pieza de tanto valor histórico. Ojalá que las nuevas autoridades del Ministerio de Cultura le den la importancia que tiene este acuerdo de cooperación cultural tiene para nuestro país.