Una de las funciones más importante del sistema nervioso es almacenar la información derivada de las experiencias del aprendizaje; esta función es la memoria.
La capacidad de almacenamiento de información ha permitido el desarrollo de la civilización, ya que cada nueva generación recibe el legado cultural de su ambiente inmediato y también, con el desarrollo de los sistemas de comunicación, del resto de la comunidad humana.
Así pues, la memoria es el puente entre el pasado y el presente. Sin la memoria la historia individual y colectiva se iniciaría cada día de nuestras vidas, ya que en cada nuevo día tendríamos que reaprender todas las conductas que, fuera de las reflejas y las innatas, permiten que nos adaptemos a las condiciones cambiantes del medio que nos rodea.
Cuando aprendemos algo, esto se guarda en un lugar de corta duración y de poca capacidad de almacenamiento, para durante el sueño pasar a un lugar de más duración y capacidad, haciéndose memoria permanente.
Las sustancias que participan en la memoria más estudiadas son la acetilcolina y la serotonina. Son ya varias las publicaciones que han tratado de los daños causados a la memoria por el terrible virus.
He tenido la experiencia de recibir ya muchos pacientes que luego de curarse de la virosis, aun meses después se pueden presentar alteraciones de la memoria de distintos tipos.
Los pacientes me hablan de alteraciones en la cognición como: el enlentecimiento en sus pensamientos, dificultad para encontrar rápidamente las palabras que quieren expresar, la poca retención de lo aprendido, disminución de su capacidad de planeamiento, disminución en su concentración y rendimiento laboral, etc. De los primeros trabajos publicados sobre el tema fueron en la revista Lancet en agosto del 2020.
Los daños determinados con PET scan son similares a las isquemias producidas por los pequeños infartos secundarios a daño vascular de la llamada arterioloesclerosis, esta es la enfermedad de pequeños vasos cerebrales, donde los vasos sanguíneos se estrechan y disminuye el flujo sanguíneo cerebral. Se presentan los síntomas por la falta de oxígeno, la hipo perfusión es secundaria al daño pulmonar y circulatorio producido por el virus.
El llamado estrés oxidativo es aquel donde productos del metabolismo celular anormal se hacen dañinos, intoxicando las neuronas y las matan por la carga aumentada de los productos oxidativos y nitrogenados en las neuronas. Estos daños caen dentro de una gran sombrilla diagnóstica, que hoy llamamos trastornos cognitivos vasculares.
Estos daños al cerebro pueden iniciar el deterioro cognitivo leve, primer escalón de la demencia vascular y al Alzheimer. Sin embargo, a pesar de todo lo expuesto hoy, amables lectores, hay una gran esperanza de que muchos de estos sean cambios reversibles.
Pacientes me hablan de alteraciones en la cognición
Estos daños al cerebro pueden iniciar el deterioro cognitivo leve
La memoria es el puente entre el pasado y el presente.