La memoria

La memoria

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
La memoria corta, el engreimiento y el creer que los demás son idiotas y que todos lo olvidan todo, permite que algunos hablen cual narcisos que se ven en el espejo y preguntan, como la madrastra de la Cenicienta «quién va a formular la denuncia más sensacional». Desde la entrega del gobierno del presidente Hipólito Mejía, parece como que estamos en otro país.

Conforme a las denuncias el gobierno pasado no hizo nada bueno, ni siquiera se embazó por bolas. Las denuncias y acusaciones que no estén amparadas en la presentación de querellas ante las autoridades judiciales y documentos para que la opinión pública se edifique, hay que tomarlas con un grano de sal.

Muchas son propias de gente que quiere figuración pública, a otros les pica la lengua cuando inventan una mentira y se apresuran a dejar caer veneno.

Los medios de prensas están llenos de acusaciones y denuncias de las cuales no se han presentado pruebas. Pero se publican de manera poco responsable. Hay una campaña de denuestos, mentiras, medias verdades, amenazas y un terrorismo verbal que quiere acorralar la verdad porque hay verdades que

salpican y registros de actuaciones indebidas, falta de acción, dejar pasar, de acusadores de hoy que acotejan la verdad para hacerla caber en el saco de sus malquerencias y de sus vagabunderías.

La República comenzó con la expulsión de un grupo de los hombres más conspicuos de la Independencia, en un forcejeo por sacarlos del poder e imponerse por la razón o por la fuerza, como se actúa hoy.

Nunca faltan gatas como las de María Ramos, que arrojan la piedra y esconden las manos, pero siempre dejan rastros y por eso son conocidos.

Si hubiera lucha contra la corrupción se investigaría cómo es que tanto

carajo a la vela que llegó al gobierno con una mano adelante y otra atrás,

de 1988 al 2004, vive ahora como potentado, sin trabajar y disfrutando de bienes cuyo origen es y tiene que ser inexplicable bajo el escrutinio de las leyes vigentes.

Hay quienes piensan con esta campaña que va a pasar el tiempo en que se pueda ejercer la persecución judicial para los delitos cometidos entre 1994 y el 2000.

Que se investiguen los posibles actos de corrupción del gobierno pasado pero también los cometidos en la primera administración del presidente Leonel Fernández y en los últimos dos de la última administración del doctor Joaquín Balaguer.

Y, además que se investiguen los contrabandos, las evasiones de pago de aranceles de aduanas y el no pago de los impuestos establecidos en la ley de impuestos internos, así como el enriquecimiento súbito de todos los que dan notaciones de ello.

Vamos. Sin miedo, sin privilegios, sin malquerencias, con espíritu de justicia para bien del país. De lo contrario, asistimos a nuevas sesiones de circo. que nos tienen hartos. Pero tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe.

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