Cuando ya hemos decidido quiénes son nuestros invitados, elegido el menú y comprobado que tenemos todos los elementos para montar la mesa tenemos que decidir qué tipo de mesa queremos montar.
En la mayoría de los casos, usaremos la mesa que tenemos. No obstante, conviene recordar algunos aspectos por si pueden servir. Las posibilidades se centran en estas cuatro: redonda, cuadrada, rectangular u ovalada.
La mesa redonda es más familiar y permite una comunicación más fluida entre los comensales. No se debe superar el número de diez.
La mesa cuadrada es la más utilizada, pero tiene el inconveniente de que no caben más que cuatro personas, a menos que sea lo suficientemente grande como para que quepan dos personas en cada lado.
La mesa rectangular está considerada la más elegante y es la más utilizada por motivos de protocolo.
La mesa ovalada, también llamada imperial, es la clásica de los grandes salones. Es más aprovechable que la rectangular y carece de cabecera.
La mesa se debe colocar en el centro del salón, debajo de la lámpara y en todo caso de manera que permita el movimiento del servicio y de los comensales. Es importante comprobar que está bien asentada y que no baila.
[b]La mesa auxiliar[/b]
La mesa auxiliar permite disponer de algunos elementos que no tienen cabida en la mesa o que se utilizarán en algún momento de la comida.
[b]El mantel[/b]
El mantel es un componente imprescindible en cualquier comida distinguida. Las posibilidades actuales son muchas en cuanto al tipo de tejido y a los colores y dibujos que pueda llevar. Si es necesario tener en cuenta las servilletas y la vajilla, así como la decoración general de la casa.
El tejido más adecuado es el hilo y el algodón. En caso de duda lo más fácil es un mantel blanco, ya que va con todo y permite destacar los demás elementos de la mesa. Aún cuando la mesa no sea delicada se debe proteger con un muletón colocado debajo del mantel. Cuando se trate de una mesa de gran belleza que no se debe tapar se pueden utilizar mantelillos individuales, así como uno en el centro.
Si el mantel está guardado, debemos sacarlo un día antes para que se airee y para plancharlo con tiempo y por si surge algún imprevisto. Es muy importante que el mantel esté bien planchado, sin arrugas. No olvidemos que un buen planchado del mantel es el comienzo de una mesa bien puesta.
El mantel debe caer a cada lado de la mesa aproximadamente la mitad de la distancia hasta el suelo o más. Si tiene dibujos, éstos deben quedar centrados y si es de encaje se debe colocar un paño debajo de un color que entone pues se verá a través de los huecos del bordado.
[b]La decoración[/b]
Sin decoración no hay ambiente. El embellecimiento del entorno es fundamental para crear el clima adecuado. Ello abarca la sala, las paredes y la mesa. No dude en acudir a su imaginación, al buen gusto y a algunas revistas especializadas para conseguir ideas que le ayuden a crear un ambiente acorde con el sentido de la comida o la cena.
Pero, sin duda donde tiene que esmerarse es en la decoración de la mesa. No deje para última hora que decoración va a poner. También conviene que recordemos que en la cantidad no está el buen gusto. Las posibilidades de los centros de mesa son muchas: flores frescas, secas, frutas, hojas, candelabros, velas, etc.
[b]Algunas ideas útiles[/b]
Para conseguir un buen adorno pueden servirnos algunas de estas ideas:
Si ponemos flores son preferibles los centros bajos y naturales, siempre que no sean de olor.
Al montar el centro de la mesa hay que tener en cuenta, el espacio disponible, pues la calidad no es sinónimo de cantidad.
El centro de mesa no debe impedir la comunicación entre los comensales. Es un adorno, no un obstáculo.
Elija objetos que tenga en la casa, puede conseguir centros sumamente originales.
Si son flores naturales deben ser de la temporada. Son más baratas.
Si la comida o cena tiene lugar en determinadas fechas debe tenerlo en cuenta al montar el centro de mesa.
El mantel y los demás elementos de la mesa son un referente obligado: si tiene flores, no podremos otras diferentes. Si es muy fino no debemos poner flores silvestres.
En la confección del centro no combine más de tres colores diferentes ni más de tres especies de flores.
Un centro es suficiente en una mesa de seis u ocho comensales.
La base del centro de mesa tiene que ser estable para que el peso del contenido no lo desestabilice.
No se llevan bien los objetos de plata y de bronce.
Si se trata de una cena lo más apropiado son los candelabros, siempre que estén en consonancia, pero no se deben poner en una comida.
En la comida lo más adecuado es un centro de flores naturales.
Las velas pueden ir en consonancia con el mantel o en contraste.