La meta de los industriales: subir las exportaciones

La meta de los industriales: subir las exportaciones

Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, con representantes de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) Celso Marranzini, presidente, Circe Almánzar vicepresidenta ejecutiva, Julio Virgilio Brache, Vicepresidente Directiva Nacional de la Asociación de Industrias de la República Dominica. Juan Ventura (AIREN), Luis Concepción (ADOEXPO) Brendyg Dislalias (AIE-HAINA), y Fernando Espinal (INFADOM)

Los industriales dominicanos tienen una meta concreta: que República Dominicana deje de ser un país importador para convertirse en un gran exportador capaz de generar más empleos de calidad y una mayor cantidad de divisas.
Lograr esa reconversión no es tan fácil porque requiere de voluntad política para eliminar trabas burocráticas en algunas agencias del Gobierno, mejorar las negociaciones en tratados de libre comercio y en ese contexto la defensa de la producción local, más eficiencia en el sector eléctrico, y aprovechar la ubicación estratégica del país para abrirse a nuevos mercados.
Esos planteamientos fueron expuestos por los miembros de varias asociaciones empresariales, quienes en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio expresaron que si bien el sector ha mantenido un crecimiento estable con relación al PIB en los últimos 20 años, la apuesta es saltar la barrera de un crecimiento que no pasa de un 5%.
Celso Juan Marranzini, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), expresó que algunas trabas burocráticas llevan a determinados sectores productivos a realizar sus compras en empresas extranjeras, porque el tiempo que tienen que esperar las locales para traer materias primas se traduce en pérdidas.
En ese sentido explicó que en la búsqueda de un mejor clima para hacer negocios mantienen una constante comunicación con el Consejo Nacional de Competitividad, entidad que gestiona cambios a tono con las demandas de los empresarios.
Marranzini refirió que una medida alentadora es la decisión del Gobierno de que las compras gubernamentales se hagan en el mercado local.
“En la medida en que se favorecen las compras locales se estimula la creación de empleos”, destacó.
Sobre el mismo tema habló Circe Almánzar, vicepresidenta ejecutiva de la entidad, quien destacó que en la mayoría de los países parte de la política industrial y de desarrollo productivo se hace sobre la base de las compras gubernamentales.
“Entonces tú fomentas la producción porque el Estado es el mayor comprador de cualquier país. Todos los países fomentan sus compras a través de la producción local”.
Luis Concepción, presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), expresó que aunque las exportaciones han aumentado en los últimos tres años, se requiere una política de promoción de las exportaciones, que debe estar acompañada con una serie de medidas que permitan incluir a las pequeñas empresas en un encadenamiento productivo.
A su entender también hace falta mejorar la producción local para tener un mayor acceso a los mercados internacionales y poder competir.
“Mientras eso llega deberíamos acercarnos más a los países del área, donde tenemos intereses comunes, aunque eso no implica que no podamos hacer esfuerzos para irnos a Europa o Asia. Pero debemos aprovechar los mercados que tenemos cerca”.
Al hacer el planteamiento dijo que es el momento de eliminar una serie de trámites burocráticos que complican a los empresarios, “porque si queremos estimular una cultura exportadora tenemos que facilitarlo”.
Asimismo dijo que también hay que construir “un pensamiento exportador” y aprovechar las oportunidades globales.
Concepción explicó que para lograr ese objetivo hay que tener capacidad instalada, porque si no se tiene escala en la cadena de producción se cae el proyecto.
Julio Brache, vicepresidente de la AIRD, explicó que uno de los grandes retos que tiene la industria nacional es el cambio de mentalidad en el contexto de los tratados de libre comercio.
“Porque hemos tenido que transformarnos y adecuarnos para poder exportar hacia esos países, y entender que la competencia nuestra no es solamente local, sino internacional, de todos los productos que entran procedentes de otros países que son muy competitivos”.
“El gran reto ha sido las inversiones que hemos tenido que realizar en maquinarias y equipos”.
Asimismo dijo que debe existir una política de justa administración de los tratados de libre comercio, “y por eso hemos abogado siempre porque exista una normativa de producción de calidad”.
Para que se entienda mejor su preocupación, dijo que el tema de los etiquetados de los productos importados es de vital importancia, porque han llegado productos con fecha cercana a la expiración, lo cual se encubre en las etiquetas superpuestas que se les colocan.
“Algunos comerciantes, no todos, hacen un remate, traen esos productos aquí a unos precios muy bajos, por debajo de los que se venden en su país de origen, y aquí le ponen un papelito sobre la fecha de vencimiento y tapan el contenido.
“Entonces cómo tu compites con esos productos que están próximo a vencerse y los venden a mitad de precio aquí. Entonces estamos abogando porque el producto de origen sea etiquetado en español, como se hace en la mayoría de los países”.

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