La metacognición se refiere a la capacidad de las personas para reflexionar sobre sus procesos de pensamiento y las formas de cómo aprenden. El término data de 1970, cuando John Flaveill acuñó el término a partir de sus investigaciones sobre los procesos cognitivos (es la capacidad de como conectamos nuestro cuerpo por medio de la percepción y la experiencia, mediado por nuestro cerebro), el cual es similar al conocimiento y a la comprensión. Por ejemplo, reflexionar sobre una tarea que vamos a realizar. Controlar el uso de estrategias del aprendizaje. Valorar en el pensamiento nuestros puntos fuertes y los débiles, a nivel de cognición en unión con nuestros procesos mentales. Como ejemplo de evolución en el cerebro tenemos el lóbulo de la Ínsula, área cerebral muy desarrollada, relacionada con la memoria, está escondido detrás de los opérculos cerebrales, hoy sabemos que esa estructura actúa muy activamente, tiene un alto nivel de coactivación con la corteza cingulada anterior (área que controla parte de nuestras emociones), y esto lo que hace es que en cada momento genera un conocimiento de las ondas en todas las partes de nuestro cuerpo, donde no solo percibe cómo y qué sentimos en cada momento y de cómo nos sentimos frente a cualquier estímulo, ese fenómeno se llama meta cognición, con estrecha relación con la correcta socialización.

Son de importancia porque en el cerebro solo esas dos estructuras tienen las llamadas células neuronales de Von Economo. Estas tienen un tamaño cuatro veces más grande que las demás células cerebrales. Estas células son especiales pues tienen una gran capacidad de localizaciones emocionales, siendo más rápidas que todas las células del cerebro. Se parecen a las fibras en U, las neuronas que le dan la capacidad al humano del arte o de poder tocar algún instrumento musical. Es decir que la corteza del cíngulo y la corteza de la ínsula son de las áreas más importantes de nuestro cerebro, con mayor concentración de estas células de Von Economo, que son substratos neuronales de alta velocidad para mantener la conexión de los pensamientos, de la conciencia emocional y de la autoconciencia.

Le invitamos a leer: El Síndrome de Amok, el despiadado criminal

Es por eso que algunas condiciones de demencia como la demencia fronto-temporal está correlacionada con la pérdida de estas neuronas. Estas células especiales solo están presentes: en menor número en los niños, chimpancés, gorilas, bonobos (chimpancé pigmeo), elefantes y ballenas y no hay en los macacos.

Esta forma de evolución se relaciona con el llamado test del espejo, que es el espejo de la autoconciencia, en resumen estas células de Von Economo (en huso) están vinculadas al desarrollo de nuestra “conciencia”. Los elefantes son capaces de generar cantos generacionales mediante los cuales se comunican entre sus grupos. Es decir, que ellas son el sustento de la conciencia, la conducta social correcta está vinculada con estas células.

La importancia de la conciencia interoceptiva está vinculada con la complejidad de lo que nosotros entendemos, de cómo nos sentimos a cada momento y relacionamos como nos sentimos en el evento que ya pasó y lo conectamos con el que vendrá, lo cual nos facilita estructurar el tiempo. Estas neuronas en huso (cilíndricas), nos permiten tener una conexión social con relaciones saludables, evitando las relaciones tóxicas. De los 100 billones de neuronas que tiene nuestro cerebro, solo entre doscientas y cuatrocientas mil son Von Economo, las que guardan relación con el sentido del yo, la “conciencia”, la empatía y la sana socialización.