Los beneficios de la miel se han conocido desde la antigüedad, hasta el punto que la hidromiel (miel con auga fermentada) era considerada un “néctar de dioses”. Compuesta por casi un centenar de elementos, son reconocidas sus propiedades nutricionales y sus beneficiosos efectos sobre el sistema respiratorio.

Ejerce también un efecto protector del corazón. Un estudio de la Universidad Davis, de California (Estados Unidos), ha comprobado que ingerir a diario miel puede incrementar los niveles de polifenoles en la sangre, potentes sustancias antioxidantes que se relacionan con la disminución del riesgo de sufrir infarto, ictus y cáncer.

Otros estudios publicados en Estados Unidos señalan que este pegajoso manjar ayuda a eliminar la bacteria causante de la sinusitis y alivia los síntomas de la psoriasis y el eczema cuando se aplica directamente sobre la piel.

DE CASTAÑO TE NUTRE, DE AZAHAR, DA SUEÑO

En el mercado encontrará miel de distintas plantas, pero no todas son iguales ni tienen las mismas propiedades. Elija la que mejor le va:

Eucalipto: es eficaz para mejorar el estado de las vías respiratorias.

Castaño: se caracteriza por su elevado valor nutritivo.

Romero: es buena para las afecciones hepáticas.

Tomillo: con propiedades tónicas y antisépticas.

Brezo: actúa como diurético suave, pero eficaz.

Azahar: tiene efectos sedantes.