La migraña y el Keppra

La migraña y el Keppra

JOSÉ SILIÉ RUIZ
Recién regresamos de Bruselas, Bélgica, donde participamos en el Congreso Europeo de Sociedades Neurológicas, invitados por los Laboratorios UCB Pharma. En el mismo fueron presentados  los resultados de dos investigaciones realizadas por neurólogos italianos, de sus experiencias con el Levetiracetan (Keppra) en la prevención de los ataques migrañosos tanto en jóvenes como en ancianos.

La migraña como entidad fue uno de los tópicos más tratados, que junto al parkinson, los derrames cerebrales y las demencias, constituyeron la base del más importante evento de las neurociencias en el viejo mundo. El simposium principal de la migraña fue dirigido por el profesor J. Schoenene, de Bélgica, quien trató el tema de cómo actúan las drogas antimigrañosas y las que usamos para la prevención de los temidos ataques, haciendo un marcado énfasis en sus efectos secundarios.

El cerebro humano es una especie de «músculo», que por sí mismo no duele, pero expresa sus alteraciones a través de vasos, meninges, piel y músculos. Se acepta que se expresa para la producción de síntomas mediante lo que se denomina «depresión cortical diseminada», que es la causante de los síntomas y las auras migrañosas, donde la herencia, lo vascular, lo dietético (alérgico) y el estrés participan.

Las auras, son esas manifestaciones de sensaciones «extrañas», que el migrañoso llega a conocer muy bien tales como: calambres, opresiones, vértigos, sensaciones extrañas de la percepción cognitiva, etc., en la que el cerebro actúa para producir tanto estas auras como las dolorosas cefaleas, ese temido dolor de cabeza pulsátil y principalmente unilateral a través del nervio trigémino, que se activa por un enmarañado sistema trigéminovascular y sus conexiones ascendentes, lo que explica toda esta compleja sintomatología.

Se acepta que todas estas actividades se realizan mediante la intervención de neurotransmisores, donde la serotonina y la 5 Hidroxitriptamina participan de manera protagónicas. Se han demostrado receptores de estas sustancias en todas las áreas antes mencionadas, inclusive las más superiores, el tálamo y la corteza cerebral. La labilidad genética es la mayor responsable de producir esa cascada de acción trigeminal hasta llegar a las cefaleas y los desagradables síntomas acompañantes. El manejo moderno que hacemos para la migraña lo dividimos en el enfoque terapéutico de las crisis y en el tratar de prevenirlas. Para el manejo de las crisis modernamente usamos los triptanos, que han evolucionado desde el suma hasta los almos, que son los más modernos.

Para la prevención de los ataques recomendamos: dietas (libres de queso, naranja, chocolates, tomate, soya, etc.) Beta bloqueadores, antagonistas cálcicos, vitaminas, magnesio, coenzima Q, sedantes, antidepresivos, anti-inflamatorios, derivados ergotamínicos y caféínicos y anti-convulsivantes, dependiendo del caso en particular. La pasada semana en Bélgica se concluyó que todos tienen efectos secundarios, unos en mayor medida que otros, pero en fin la constelación de obesidad, pérdida de peso, daño hepático, depresión, impotencia sexual, vasoconstricciones, adicciones, etc. no deben ser soslayadas ni por el médico ni por el paciente, lo que obliga a que sean manejados esos medicamentos de manera obligatoria por manos médicas expertas.

Como observarán los amables lectores de este «conversatorio» dominical, la migraña es una cascada de alteraciones de neurotransmisores, esta es la razón del por qué los antiepilépticos tienen espacio en el manejo de su prevención. En verdad «modulan» la producción de algunos de ellos y al mismo tiempo fomentan el bloqueo de los lugares donde actúan, y en tercera instancia antagonizan con las áreas de actividades de las mencionadas sustancias que inician la cascada migrañosa.

Los investigadores V. Bussillo y L. Pizza, de Italia, presentaron sus investigaciones sobre el uso del Levetiracetan original, el Keppra, en la prevención de la migraña en jóvenes y en ancianos. En la actualidad es esta sustancia el antiepiléptico más inocuo en lo que se refiere a efectos secundarios de los recomendados y aceptados para prevenir las convulsiones y la migraña. Notarán ustedes que una de las investigaciones es en pacientes ancianos, los que por lo regular están poli-medicados, lo que habla de su perfil de seguridad. Por tanto, es preciso destacar porque la reflexión sería elemental, si este medicamento ha demostrado como antiepiléptico, ser uno de los más efectivos para todas las formas de epilepsia, y en lo que respecta a efectos secundarios tales como alteraciones hepáticas y/o hematológicas, es uno de los más seguros, la elección es obvia, no sin razón se ha convertido en el medicamento antiepiléptico de mayor venta en el difícil mercado norteamericano.

Algo nos alegró en el mencionado congreso, y es que una vez más comprobamos el hecho de que nosotros en el país no estamos lejos de la realidad de la medicina moderna. Desde hace unos meses estamos nosotros usando este medicamento con esos mismos fines antimigrañosos, y paradójicamente tenemos una casuística aún mayor que la presentada en Bélgica, pero para que un trabajo tenga validez científica debe ser presentado en congresos o publicado, para la discusión abierta y contradictoria. Sobre el particular, en una cena junto al Dr. Luis Cantizano, con el profesor inglés Dr. Simon Schorvon, una de las, sino la máxima autoridad mundial sobre epilepsia, quien fue mi jefe directo (Registrar) en nuestro tiempo en el Instituto de Neurología de Inglaterra, nos comunicó en prima fase que en los próximos meses saldrá publicada una investigación multicéntrica, donde él participa, relativo a los beneficios que tiene el Keppra, sobre otros antiepilépticos usados en la prevención de la migraña.

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