LAS DURAS REALIDADES. El obispo Rafael Felipe Núñez dijo que en algunos lugares hay personas que pasan el tiempo en las playas esperando  paquetes de drogas para recogerlos, porque de eso es que viven. En la zona hay una gran cantidad de haitianos que llegan a la región en busca de mejores condiciones de vida.

POR LLENNIS JIMÉNEZ G.
El obispo de la diócesis de Barahona, monseñor Rafael Felipe Núñez, denunció ayer que el 80 por ciento de los habitantes de la región Enriquillo vive en la indigencia y que más del 30 por ciento carece de documentos de identidad, lo que les impide  beneficiarse del Seguro Familiar de Salud (SFS).

Declaró que hay familias enteras en los que sus miembros no están declarados, una tarea que estimó urgente enfrentar.

Núñez reveló también que en la región vive mucha gente de recoger paquetes de droga en las playas, esencialmente, por las zonas de Enriquillo y Oviedo y que  hay personas que se pasan el día entero en la orilla del mar esperando esta mercancía.

Afirmó que en los últimos años ha crecido mucho el tráfico de droga, tanto por Haití como por el mar.

El obispo de Barahona consideró que a las autoridades militares “les falta personal y medio” para poder atender la situación que acarrea el mercado de la droga.

Recordó que Enriquillo fue la primera región donde comenzó el régimen subsidiado de salud, no obstante estimó  que sólo el 30% de los habitantes tiene la tarjeta del servicio.

Lamentó la gran cantidad de comunidades que aún no cuenta con agua potable, ni letrinas y afirmó que el principal problema es el desempleo.

“Nosotros tenemos otro problema y es la cantidad de haitianos o dependientes de estos que están en la región o pasan por ella  buscando mejor situación de vida”, indicó el obispo, luego de presidir en la Catedral Primada la misa conmemorativa del Día de la Virgen del Cobre, patrona de Cuba.

Reiteró Núñez al Presidente Leonel Fernández que el Metro de la región Suroeste es la presa de Monte Grande, la que están pidiendo por todos los medios que su construcción sea incluida en el presupuesto del año 2008.

Adelantó que la presa evitaría el desbordamiento del río Yaque del Sur,  sería una fuente de energía eléctrica, abastecería el acueducto recién inaugurado y se convertiría en el gran potencial agrícola, ya que favorecería la irrigación de la agricultura.

La región Enriquillo, en el Suroeste del país está integrada por las provincias Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales, donde el obispo Núñez afirma que residen 350,000 personas.

MAL DE ENSEÑANZA

A juicio de Núñez las escuelas de la zona están sin medios modernos para la educación y en las partes montañosas hay pocos centros, específicamente, en La Sierra de Bahoruco. Dijo que en la montaña de La Ciénaga y el municipio Paraíso prácticamente no hay escuelas.

Empero, manifestó que cuando visita las comunidades siempre se le dice que los niños están en la escuela, muchas de las cuales son construidas por las comunidades, con la ayuda de la iglesia y otras entidades. Describió las escuelas como enramadas, a las que los alumnos llevan las sillas. Contó que en algunos lugares, la Iglesia gestiona recursos para aportar al pago de los maestros.

El obispo Núñez, sucesor hace siete años y nueve meses de Fabio Mamerto Rivas en la diócesis de Barahona, consideró que la emigración es otro de los males que tiene la región, como consecuencia de la falta de empleos.

Dijo que no puede callar, ni cruzarse de brazos ante las necesidades de la gente, las que también forman parte de la evangelización.

LA GENTE SE VA
El obispo Núñez deploró la salida de los residentes hacia Europa, al Este de la República Dominicana y hacia la capital del país, muchas veces con preparación técnica, pero en la mayoría de las ocasiones a trabajar en lo que aparezca.

Indicó que recientemente el gobierno inauguró el acueducto múltiple para tres provincias: Barahona, Independencia y Bahoruco, pero sólo se les construyó la primera parte, a cargo de una empresa canadiense.

Núñez opinó que el turismo es un sector que puede impulsar mucho el dinamismo de la fuente de trabajo de la región, ya que cuenta con los mejores recursos naturales.

DAÑOS DE DEAN

El religioso agradeció a Dios que el huracán Dean pasara más lejos de las costas de lo que se creía, hace varias semanas.

Sin embargo, declaró que el fenómeno afectó la agricultura, así como viviendas  en Bahoruco, La Ciénaga, Paraíso y Enriquillo.

Indicó que el huracán los puso de frente con el puente Caimán, que une a Enriquillo con Pedernales. Dijo que cuando esto sucede se corta el paso por el puente que está a medio construir y que crea inconvenientes desde el huracán George, en 1998.