(AP).- Pedro Martínez lanzó varias advertencias, pero los Medias Rojas nunca le tomaron en serio. Ahora, Boston debe comenzar a preparar un futuro sin el dominicano en su nómina.

Cansando de esperar por una oferta seria de parte de la gerencia, el dominicano explotó la noche del viernes y anunció que rompía todas las negociaciones para una extensión contractual.

De esta manera, Martínez aplicará para la agencia libre por primera vez en su carrera en noviembre próximo y aunque los Medias Rojas tendrán la primera oportunidad de negociar, serán la última opción del lanzador.

La semana pasada, Martínez había dicho a un periódico dominicano en New York que creía que en Boston se estaba realizando una confabulación para devaluarlo en el mercado.

Pero aunque la prensa resultaba como principal sospechoso de la acusación inicial de Martínez, en su segunda embestida dejó bien claro que es a la directiva de los Medias Rojas que acusa del supuesto complot para dañar su futuro en el mercado de agentes libres.

Martínez se queja de que Boston ha cuestionado públicamente la salud y durabilidad de su brazo derecho como forma de justificarse por no hacer una oferta para retenerlo.

Si finalmente Martínez firma con otro equipo después de esta temporada, no será la primera vez que los Medias Rojas son incapaces de retener a su mejor lanzador.

Ya sucedió con el más popular jugador de la historia, Babe Ruth, y con uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos, Roger Clemens.

Después de ser uno de los lanzadores más consistentes (89-46, 2.19) y haber ayudado a conseguir tres coronas de la Serie Mundial, incluyendo la de 1918, cuando ganó dos juegos, Ruth fue cambiado…¡a los Yanquis de New York!

Todo el mundo sabe la historia, pero aún así la repetiré: los Yanquis convirtieron a Ruth en jardinero regular y asistieron a siete Series Mundiuales, ganando cuatro, entre 1921 y 1932, mientras que Boston sigue esperando otra corona desde 1918.

Sobre los jonrones de Ruth que revolucionaron el béisbol hablaremos en otra ocasión.

Para justificar el cambio de Ruth a los Yanquis, el dueño de los Medias Harry Frazee argumentó que «El Bambino» estaba en decadencia, en lugar de admitir que fue a causa de sus asfixiantes deudas en el negocio de montar obras teatrales que tuvo que vender su posesión más valiosa.

Otra historia parecida ocurrió en 1996. Cuando concluyó el contrato de Clemens, quien había ganado tres premios Cy Young y había establecido la mayoría de marcas de pitcheo en la historia de los Medias Rojas, el lanzador fue ultrajado públicamente por Dan Duquette, el entonces gerente general del club.

Clemens dejó Boston y firmó con los Azulejos de Toronto, donde ganó dos Cy Young seguidos (1997 y 1998) antes de ir a New York para jugar con los Yanquis.

Desde que Duquette declaró «listo y servido» a Clemens, «El Cohete» ha ganado 123 juegos, otros tres Cy Young y dos campeonatos.

Con una marca de 5-0 para los Astros de Houston en abril, Clemens, a los 42 años, es el principal candidato al Cy Young de la Liga Nacional en el 2004. ¡gulp!

Entonces tenemos a Pedro Martínez, el hombre que Duquette importó desde Montreal para llenar el hueco dejado por Clemens.

Hasta su anuncio de que no negociaría más con los Medias Rojas, el dominicano tenía foja de 103-29, efectividad de 2.27, 1,483 ponches en 1,199 entradas y dos Cy Young.

Ahora Pedro abre las posibilidades de andar el mismo camino que recorrieron Ruth y Clemens, tomando la autopista Bruckner hasta New York para vestir el glorioso uniforme rayado de los Yanquis.