POR JAYSON STARK
ESPN.com
LAKE BUENA VISTA, Fla.- Se está convirtiendo en una tradición anual en diciembre, justo con el solsticio de invierno, los embotellamientos en los estacionamientos de los centros comerciales, y lo último en malas películas de Santa Claus:

Los Medias Rojas encabezan las reuniones invernales, hablando acerca de cambiar a Manny Ramírez — en serio, en esta ocasión de seguro.

Los Medias Rojas entonces se van de las reuniones invernales, sin poder cambiar a Manny Ramírez — a pesar de haber hablado con todos los equipos excepto los Toros de Tijuana.

Pasó en el 2004. Pasó también en el 2005. Y a menos que esos Toros de Tijuana salgan de la nada con una monstruosa oferta, todo tiende a indicar que pasará de nuevo este año.

Fuentes dentro del béisbol están describiendo el Manny-fest de este año como uno que no es «exactamente imposible, pero (altamente improbable).»

De hecho, los Medias Rojas aparentan estar tan lejos de los equipos más prominentes con los que han hablado — los Dodgers, Angelinos, Gigantes, Padres y Marineros — que algunas personas dentro del béisbol se preguntan si realmente ellos tienen alguna intención seria de cambiar a Ramírez.

«Dado el caso de lo que andan pidiendo,» dijo un oficial de un equipo que mostró algún interés por Manny, «mi teoría es que los Medias Rojas inclusive están fingiendo todo, para que cuando vayan donde Manny le digan, »¿Ves?, tratamos de cambiarte y no pudimos.» »

El saber cual teoría es cierta depende de cuan conspiratorio puede uno ser. Pero lo que si sabemos, de acuerdo con varias personas dentro del béisbol, es que los Medias Rojas andan buscando cerradores y buenos prospectos en todos los equipos con los cuales hablaron, y hasta pidieron tres de esos jugadores en cada trato.

Todos esos equipos se quejaron de ese precio a pagar. Pero las indicaciones son de que los Medias Rojas son más metódicos en su locura que lo que los críticos le dan crédito.

En realidad, ellos aparentemente cuadraron su precio luego del trato que hicieron los Yankees cuando cambiaron a Gary Sheffield a Detroit el mes pasado — donde obtuvieron tres jugadores, dos de los cuales son grandes prospectos.

Como si ese pedido no fuera suficiente como para abortar gran parte de las negociaciones, uno de los equipos dijo que había perdido el interés por completo luego que se le dijera que «no hay ninguna garantía que Ramirez no quiera que se ejerzan sus dos opciones.» Esas opciones, para el 2009 y 2010, son por la no-pequeña-cantidad de $20 millones cada una, elevando la obligación salarial restante con Ramírez de $38 millones a $78 millones.

Sin embargo, esa parte de la ecuación no proviene de parte de los Medias Rojas. Viene de las manos de Manny y su agente, Greg Genske. Pero, de nuevo, los Medias Rojas podrían reclamar que eso no debe tener ningún efecto en el talento que obtendrían en un cambio, dado el caso que los detalles del contrato de Ramírez no son tan diferentes del contrato de Sheffield.

Sheffield tiene una extensión de dos años y $28 millones de parte de Detroit — esencialmente porque los Tigres lo vieron como un potencial problema de actitud sin esa extensión — aun cuando ya tiene 38 años y viene de una cirugía de muñeca. Por otra parte, Ramíirez solo tiene 34, y está, en teoría, saludable — aún con todos esos juegos que se perdió misteriosamente en septiembre.

Pero Manny es visto como el personaje más impredecible del béisbol. Así que uno de los gerentes generales involucrados en el proceso dijo, «Si pasas dos años con ese tipo, podrías terminar jugando un juego de locura. Así de sencillo.»

Así que con el reloj corriendo hacia la fecha límite auto-impuesta por los Medias Rojas del miércoles para lograr o no un cambio por Manny, advertimos que las apuestas se inclinan hacia que se quedará. La pregunta es si este será el último Manny-fest, o si los Medias Rojas volverán a estar en el mismo punto en el próximo mes de julio, o diciembre, o ambos.