La misteriosa relación del petróleo y el dólar

La misteriosa relación del petróleo y el dólar

POR STEVE JOHNSON
Es raro que pase un día sin que los movimientos en el mercado del petróleo se mencionen como la causa para el comportamiento del dólar  estadounidense. Pero sorpresivamente no hay un acuerdo amplio en cuanto a cómo debería funcionar esa relación.

El criterio convencional es que el aumento de los precios del petróleo amenaza con retardar la recuperación naciente en la mayor economía del mundo. Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, citó recientemente los precios de la energía como una razón para el “bache suave” de la economía de EEUU, aunque sostuvo que la desaceleración resultaría transitoria.

Como tal, es probable que la Reserva Federal sea más mesurada en su ajuste de la política monetaria, socavando un estímulo ligero para el dólar, y dándole a los especuladores la confianza renovada para reconstruir los negocios financiados en dólares. De ahí que loas precios del petróleo fueran “dólar-negativos”.

Sin embargo, otros miran el otro lado de la moneda; que los precios en el alza del petróleo resultarán inflacionarios y obligarán a la FED a ajustar más rápidamente de lo que hubiera elegido hacer, lo que animaría potencialmente al billete verde.

Michael Woolfolk, un alto estratega monetario del Bank of New York, es de este bando. Alude al efecto de la “curva en J”, que muestra que el déficit de la cuenta corriente de un país tiende a deteriorarse más durante el tiempo inmediato que sigue a la depreciación de la moneda, mientras los consumidores continúan gastando, con el criterio de que a los hogares les llevará entre 6 y 18 meses ajustar el comportamiento de sus gastos después de una sacudida en el precio del petróleo. “Los altos precios del petróleo retardarán el crecimiento a largo plazo, pero antes de que ocurra, el consumidor continuará en su frenesí de compras”, dijo.

Mónica Fan, jefa global de estrategia monetaria de RBC Capital Markets, también está en este bando. Menciona un estimado del Fondo Monetario Internacional de que un incremento de US$5.00 por barril en los precios del petróleo solo reduciría el crecimiento global y el de EEUU en 0.2% en el primer año. Un estudio reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico encontró un vínculo más débil aún.

Ben Bernanke, un gobernador de la FED, se hizo eco de este criterio a principios de esta semana, cuando dijo en un discurso que se considera la preparación del camino para un llamado en la alocución del señor Greenspan mañana, que la historia del petróleo no cambiará de rumbo la recuperación de EEUU. Pero el FMI estima que un alza de US$5.00 en el petróleo aumentará la inflación en EEUU en 0.8% el primer año y la inflación central (que no incluye los costos por energía) en 0.3%.

Mientras se le atribuye el grueso del alza en los precios del petróleo a una mayor demanda global, la señorita Fan agrega: “La economía de EEUU no se va a estancar, por lo cual el precio del petróleo va a obligar a la FED a aumentar las tasas a corto plazo. Es poco probable que el precio del petróleo en ascenso disuada a la FED de normalizar las tasas de interés, a menos que el petróleo llegue a US$50.00 por barril y se mantenga ahí por un periodo prolongado”.

Precios más fuertes para el petróleo también pueden ayudar al dólar de otra forma. Mientras el petróleo se comercia de manera uniforme en dólares, importadores como Japón necesitan más dólares para las transacciones, cada vez que los precios suben. Mientras el exportador continúe manteniendo sus recibos en dólares, en lugar de reciclarlos en su moneda local, el efecto será dólar positivo.

Incluso las mismas importaciones netas de petróleo de EEUU, que es probable que suban a cerca de US$130 millardos este año, de US$100 millardos en 2002, no son tan dólar-negativas como se pudiera pensar.

“Hay solo un déficit en el dólar vinculado al déficit de petróleo si los que reciben los dólares traducen los ingresos en otras monedas” , dijo Tony Norfield, jefe global de estrategia monetaria de ABN Amor. “Esto ocurrirá hasta cierto punto, pero la mayoría de las corporaciones petroleras tienen sus cuentas registradas en dólares”. Este argumento está fortalecido por el hecho de que la mayor parte de las importaciones de petróleo de EEUU vienen de países vinculados al dólar.

TRADUCCION: Iván Pérez Carrión

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