La mitad de las aguas servidas de Boca Chica van al subsuelo

La mitad de las aguas servidas de Boca Chica van al subsuelo

El director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Boca Chica (Coraabo) denunció que el 50% de las aguas servidas en ese municipio va a parar al subsuelo, contaminando el río subterráneo Brujuelas y a su  vez la playa, debido a que la  planta de tratamiento  no da abasto para el volumen de vertidos.

El ingeniero Omar Muñoz Lora recordó que la planta fue levantada en el 1997 para una población estimada de 25,000 habitantes y ahora viven más de 100,000 sin sumar la población flotante que va a diario  a las grandes empresas allí  establecidas  y además de los turistas que visitan ese polo.

Boca Chica tiene 32 hoteles, un puerto, un aeropuerto, una zona franca, varias academias de béisbol, una empresa de lácteo y otras instalaciones importantes. De este grupo, solo el aeropuerto maneja sus aguas residuales de manera independiente, reconoció Muñoz.

Las demás vierten a  la planta o al subsuelo, provocando un hedor fuerte en las estaciones de bombeo  y  en las cercanías de la planta que usa un sistema de tratamiento de aguas que ya ha sido descartado.

Según Muñoz  hoy día  el tratamiento de las aguas servidas se hace internamente en una caldera  donde  la materia se quema y luego se  airea.

Recordó que Boca Chica tenía un plan piloto de recoger las aguas residuales en un submarino y verterlas a la  zona media del mar, pero  debido a que  no tenía una infraestructura adecuada para este proceso, se  llevaron la planta a Sosúa.

La actual planta  está ubicada a orillas de la zona conocida como la “Playita” en la comunidad de Andrés, y a pocos metros del hospital público municipal.

Contaminación.  Muñoz refirió que un estudio hecho  por estudiantes de término de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) determinó que el agua que sale de la planta  está más contaminada  que la que entra.

Dijo que por suerte el vertido de aguas al subsuelo no afecta al acueducto porque los pozos que se  perforan (12 de 20) están en la parte alta de la cuenca del río Brujuela.

“Damos gracias a Dios y a la naturaleza que ha ido depurando la playa y todavía ningún turista ha sido afectado;  por eso Boca Chica ha ido perdiendo su capacidad, siendo el primer polo turístico  y que  tuvo un gran auge ha ido decayendo”, expresó Muñoz, tras atribuir parte de ese hecho a la contaminación de ese balneario.

Poco apoyo. Criticó la falta de apoyo del Ministerio de Turismo para enfrentar esa situación, al punto de que le ha enviado varias comunicaciones al titular de la cartera, Francisco Javier García, y ni siquiera le ha contestado.

El director de Coraabo se quejó además del poco presupuesto que recibe esa entidad y que para este año fue de 10 millones para el gasto corriente y 20  para el de  capital. De esta última cantidad sólo ha recibido seis millones.

Plan.  Informó que se ha diseñado un proyecto de una nueva planta de tratamiento con líneas de impulsión o bombeo en las comunidades de Valiente, La Caleta,  Andrés,  Boca Chica y La Malena.

Explicó que la planta estará ubicada en una zona que no está poblada  y donde se aplicará  la nueva tecnología para acelerar la descomposición de los residuos,  de modo que el lodo pueda ser aprovechado para abono y el agua vaya al subsuelo de manera depurada.

 El costo total de esas obras  sería de 50 millones de dólares (20 para la planta y 30 para las líneas de impulsión).

Informó que esos fondos se  gestionan para ser financiados por entidades extranjeras de crédito,  y que  ya algunas   han manifestado interés.

Las claves

1.  Obstáculos

La Coraabo fue aprobada por ley en noviembre de 2006. Mientras  fue en septiembre de 2008 que Muñoz fue nombrado frente a esa entidad.

  2.  Errores

Sin embargo, por una serie de contradicciones, la ley ha tenido que ser modificada varias veces, pretexto que ha usado la Corporación del Acueducto y Alcantarillado (CAASD) para no hacer el traspaso a la nueva entidad.

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