Betty Grable, Marilyn Monroe o Dixie Evans fueron algunas de las pin up que levantaron más pasiones allá por la década de los 40. Las pin up ilustraban calendarios y libros semidesnudas o a medio vestir y en actitudes más que sugerentes, hoy la moda de aquellas chicas inunda las pasarelas con sus zapatos topolino, cuadritos de vichy y cintas al pelo. ¡Aprende a vestirte como ellas!
Las pin up aunque usaban poca ropa se dejaban guiar siempre por una serie de prendas estrella. Así, uno de sus favoritos fueron los cuadritos de vichy, que estampaban desde biquinis, hasta shorts pasando por los pantalones de corsario. Se trata de un print de pequeños cuadritos en un mismo color, siendo la mayoría de las veces en azul (oscuro o claro) o bien en rojo, combinado con el fondo en blanco.
La mayoría de las ocasiones combinaban este estampado con prendas monocolor en blanco, como una camisa sin mangas anudada a la altura de la cintura o ropa interior plagada de encajes.
Una idea clara nos la daría Audrey Hepburn, fanática de este look, que solía elegir como uno de sus estilismos predilectos, pantalones corsario en vichy y camisa sin mangas blanca, coronando el modelo con una ancha cinta en la cabeza.
Más recientemente la fallecida princesa Diana de Gales confesaba su debilidad por esta clase de pantalones, a mitad de pantorrilla en el estampado mencionado, aunque ella lo elegía en rosa.
EL TRIUNFO DE LA VOLUPTUOSIDAD
Las menos recatadas preferían dejar al descubierto su anatomía por medio de unos casi inexistentes shorts, que mostraban sus curvilíneas formas, y es que las pin up, a diferencia de la moda imperante en las últimas décadas, eran muchachas bien alimentadas, que no se sometían a dietas estrictas, sino que presumían de exuberantes curvas.
Por lo que cuanta menos tela se utilizaran más sexy aparecían en las fotos. Los biquinis y corsés eran otras de sus más usadas prendas. Pues resaltaban el volumen de sus senos.
Los corsés, además se apretaban al máximo para conseguir un doble efecto. Por una parte, aumentar la talla de sujetador, por otra reducir el tamaño de la cintura. No olvidemos que es en este momento cuando más auge adquiere la cintura de avispa.
Mujeres guitarra que enamoran gracias a su máxima feminidad. Grandes caderas, muslos generosos y pecho abundante, acompañado casi siempre por caras juveniles e inocentes.
En cuanto a las joyas, no usaban casi ninguna. Las más atrevidas lucía pendientes de aro, aunque esto ocurría en contadas ocasiones.
Respecto al maquillaje y peinado, las pin up, presumían de frescura y naturalidad. Pieles muy blancas, desprovistas de maquillaje, con la excepción de los labios que aparecían casi siempre teñidos en rojo bermellón.
CARAS FRESCAS Y ROPA INTERIOR
Los pómulos se coloreaban con un toque de blusa rosa y el pelo se arreglaba en melenas cortas y ligeramente onduladas, muchas veces sujetas por medio de cintas, diademas y lazos, otro de los fetiches de la moda de los cuarenta, ya que adornaban cinturas, cuellos, faldas y cabellos.
En cuanto a los escotes, generosos casi siempre, de utilizar partes de arriba, se incorporaban a las formas en escote barco o balcones, inspirándose en la moda lencera y es que estas chicas rescataban la ropa íntima para posar ante los fotógrafos, ligueros, ligas y bodys salían de la alcoba para enloquecer al personal masculino, que caía rendido ante las chicas de calendario, como también se las conocía.
Los vestidos camiseros muy ceñidos fueron todo un éxito del momento. Las pin up jugaban con las profesiones, adquiriendo roles distintos según las sesiones fotográficas. Chicas a medio vestir de marineritas, aviadoras o camareras de bar americano causaban verdadero furor, por lo que no era raro que entre sus prendas favoritas usaran tocados, sombreros y gorras.
Sus pies se visten con los zapatos que más se llevan esta temporada, los que se suben a las alturas por medio de infinitas plataformas o cuñas. Se conocen con el nombre de topolinos o peep toes.
EFE/ Reportajes