Londres. Las mujeres maduras están cada vez más presentes en las campañas de moda y una de las nuevas chicas Bond tiene 50 años, pero ¿es realmente un cambio de actitud o la última estratagema para vender más?.
Con su pelo blanco, vestida de negro y con gafas de sol enormes, la escritora estadounidense Joan Didion es a los 80 años la nueva imagen de la marca de lujo Celine. Dolce y Gabbana utiliza a un grupo de abuelas italianas en su última campaña. Madonna, de 56 años, posa para Versace, Julia Roberts, de 47, es el rostro de Givenchy, y la actriz italiana Monica Bellucci, de 50, será pronto la chica Bond más veterana de la historia. Estos anuncios no deberían sorprender, dado el envejecimiento general de la población y el creciente poder adquisitivo de las personas mayores, pero viniendo de donde vienen, un mundo en el que prima la juventud y la delgadez, hace dudar de si es un cambio sincero de actitud o una estrategia.
«Un bonito contraste»
Sylviane Degunst, de 56 años, fue descubierta por un cazatalentos hace dos años en las calles de Londres, y desde entonces aparece regularmente en anuncios de moda. Delgada, aunque no muy alta, tiene pómulos afilados y un cabello blanco que empezó a cobrar ese color cuando era muy joven, a los 18 años.
Degunst fue escritora y editora en su Francia natal, pero tuvo problemas para encontrar trabajo al mudarse a Gran Bretaña y ha abrazado con gusto su nueva carrera. «Ya no puedo usar mi mente, así que utilizo mi viejo cuerpo… ¡Me lo estoy pasando bien!» dijo a la AFP. «No hacemos competencia a las chicas jóvenes, pero creo que es un bonito contraste.
Es interesante mezclar las cosas», agrega. Degunst está lejos de la franja de edad superior -la estadounidense Carmen Dell’Orefice todavía hace de modelo a los 83 años-, pero cree que los estereotipos todavía prevalecen. En uno de sus primeros trabajos de modelo le pidieron que posara en una silla de ruedas, mientras que en otro, al final no la quisieron porque no parecía lo suficientemente vieja pese al color de su cabello. La artista, escritora y curadora de arte Sue Kreitzman insiste en que las mujeres mayores son cada vez más visibles en todas las esferas públicas, y habla de revolución.
«Está sucediendo poco a poco, pero realmente, realmente está pasando», dijo la neoyorquina de 75 años establecida en Londres. Kreitzman, que desafía las convenciones vistiéndose con todos los colores del arco iris, alaba las imágenes de la marca Celine por mostrar «que las personas mayores están aquí, que son hermosas, que contamos».
«Lo que me gusta es que Joan Didion no tiene el más mínimo aspecto juvenil. Es vieja y es hermosa», dijo a la AFP. Aunque las exmodelos Amber Valletta, 41, y Eva Herzigova, de 42, volvieron a desfilar en París en enero, en las pasarelas reinan las mujeres jóvenes y flacas. Pero Sylvie Fabregon, que dirige la agencia parisina de modelos Masters and Silver, especializada en modelos mayores, dice que está viendo una mayor demanda de mujeres más maduras. «La gente no es tonta, las mujeres ya están hartas de ver a niñas de 20 años en anuncios de cosméticos para combatir las arrugas que no tienen», dijo a la AFP.
¿Marketing?
La gente mayor de muchos países occidentales está viendo un crecimiento en sus ingresos, como en el Reino Unido, donde las pensiones se han protegido desde la crisis financiera mientras que los salarios se han estancado. En 2012, los mayores de 50 años representaron casi la mitad de todo el gasto de los hogares del Reino Unido, y el gasto en ropa se ha disparado, de acuerdo con el Centro de investigación económica y de negocios. Magdalena Kondej, analista de comercio minorista de Euromonitor International, dijo que los ancianos son «a medio y largo plazo uno de los grupos más poderosos de consumidores».
Sandra Howard, una escritora de 74 años de edad que fue modelo en los 1960 y 1970, se muestra escéptica sobre la nueva tendencia. «Una cosa es tener una hermosa mujer de edad avanzada en un anuncio de cosméticos, creo que eso funciona», dijo a la AFP, citando la campaña de la actriz Helen Mirren para L’Oreal. «Creo que en una fotografía de moda se puede mezclar a mujeres mayores y jóvenes, eso es bueno. Pero si vas demasiado lejos y lo haces para vender, se vuelve un poco ofensivo». Al mismo tiempo, admite que ha habido cambios. «Cuando yo era modelo, ¡eras vieja a los 30!», dice entre risas.