La noche fue dedicada a la belleza dominicana y, por supuesto, a la moda. Era la primera vez que el concurso Miss República Dominicana se celebraba fuera del hotel Jaragua y del Teatro Nacional. En esta ocasión el lugar escogido fue el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, lugar que por tradición ha sido escogido para realizar actividades deportivas y multitudinarias.

Debido a esto, la moda de las personas que asistieron al certamen se puede definir como una mezcla de elegancia y jovialidad.

Muchas de las damas que estuvieron en el área VIP de la “media naranja”, como es conocido este lugar, eligieron vestirse con el color rey de la noche, el negro.

Una de las damas que prefirió ir vestida de negro con dorado fue Giselle Scanlon, quien precisamente el 3 de abril de 1974 fue coronada como Miss República Dominicana; 30 años después su hija Larissa del Mar Fiallo, obtuvo el mismo título, convirtiéndose en la primera reina coronada por una Miss Universo dominicana, Amelia Vega. Otras, para hacer honor a la primavera prefirieron ir con vestidos más coloridos, en tonalidades verdes, fuscia, amarillos y con flores.

En el área VIP observamos que los caballeros, en su mayoría, fueron con esmoquin negro, mientras otros que quisieron verse más casuales asistieron con saco, pero sin corbata. Algunos fueron en chacabanas blancas.

No obstante, en platea y preferencia, tal como lo exige el protocolo y como lo pronosticó la diseñadora Magaly Tiburcio –quien dio su opinión para esta sección, publicada el pasado sábado–, muchas personas fueron con ropa más casual y deportiva.

Iris Guaba aconsejó vestir ropa cómoda. Isabel Reynoso con vestuario semiformal. Ambas recomendaciones fueron acatadas por el público.

Sin duda, este evento que contó con la asistencia de 10.000 personas marcó precedentes en la historia de los concursos de belleza, puesto que el pueblo tuvo la oportunidad de vitorear y aplaudir a las candidatas de su predilección.

En el área VIP observamos a algunas personas del palco con trajes de gala, incluso con jean y camiseta. Eso fue parte de la confusión que se creó en torno a la vestimenta, sin embargo, el equilibrio se mantuvo, puesto que en su mayoría los asistentes fueron vestidos de acuerdo al lugar donde se sentaron.