Madrid. Los diseñadores españoles se liberan de convencionalismos e idean una mujer onírica, controvertida, luchadora, una atractiva mezcla que brilla en la noche con vestidos cuajados de sensualidad, según se vio hoy en la tercera jornada de la pasarela Madrid Fasion Week.
En su obsesión por construir prendas de estructura arquitectónica, Amaya Arzuaga trabaja el patrón hasta crear volúmenes suspendidos y siluetas que gravitan con la intención de crear una moda de arquitectura espacial.
Espléndidos vestidos de volúmenes cúbicos, algunos de ellos en crepé foamizado, construyen una colección de noche donde el negro es el protagonista absoluto del mundo espacial y galáctico que ha creado en el que sobresalen las cinturas y los cuellos, realizados con un tejido de espejo, la nota brillante de algunas de las prendas.
Ion Fiz regresa al París de sus sueños, donde debutó en su semana de la moda, y desde donde la imagen de Catherine Deneuve le ha inspirado para crear una colección luminosa en la que los vestidos de noche y novia en crudo y oro, invitan a vivir una noche mágica. Un diseño en tul de seda con tiras rasgadas puso el punto y final a una colección con estampados de caballos y bailarinas.
Relajada y armoniosa fue la propuesta de Iñaki y Aitor Muñoz, dúo creativo de Ailanto, que subieron a la pasarela fluidos vestidos de aire folk con canesú y volantes, pantalones de talle muy alto que parecen faldas o pichis rectos en patchwork, prendas que se acompañaban de vistosos collares a modo de tapiz. Libre también se siente Ana Locking, que lucha contra viento y marea, para hacer prendas que brinden libertad, “propuestas abiertas para que cada uno marque su propio estilo”, explica esta diseñadora que considera que los vestidos de noche al uso están “trasnochados».