NUEVA YORK. A menudo criticada por su visión idealizada de la mujer, expresada en modelos ultradelgadas, la moda se abre un poco a las diferencias: Madeline, una joven con síndrome de Down, y Rebekah, que nació sin un brazo, desfilaban este domingo en Nueva York.
Madeline Stuart tiene solo 18 años pero ya hay un bolso que lleva su nombre.
Oriunda de Australia, pasó 28 horas en un avión para desfilar en la Gran Manzana para el colectivo FTL Moda, que representa a jóvenes creadores italianos.
No es la primera mujer con síndrome de Down en una pasarela neoyorquina.
La actriz estadounidense Jamie Brewer la precedió, a inicios de año. Pero su madre cree que es la confirmación de que el mundo de la moda se abre progresivamente a la diversidad.
«Madeline está muy emocionada», explica Rosanne Stuart durante los ensayos para el desfile del domingo en el Vanderbilt Hall, uno de los monumentales salones de la famosa estación Grand Central.
«Es formidable que le ofrezcan esta oportunidad. Es una plataforma fantástica para transmitir nuestras ideas sobre la integración y la discapacidad», celebra la madre de Madeline.