La moda se convierte en “emergencia ambiental”

La moda se convierte en “emergencia ambiental”

Moda es Coco Chanel, es inspiración, innovación, a veces extravagancia, pero también es “contaminación, explotación laboral, consumismo”, recientemente la ONU ha catalogado el fenómeno del “fast fashion” como “emergencia medioambiental”.
“Sin embargo, parece que la industria no hace nada al respecto, no reacciona”.
Con esta determinación comenzó Gema Gómez, directora de Slow Fashion Next, su conferencia en la VII Jornada de Moda Sostenible, celebrada en Madrid. Acabar con esas connotaciones es el principal reto de la industria textil, un reto que se debatió en el Museo del Traje CIPE de Madrid, donde se analizó los avances que se han producido en la industria en materia de sostenibilidad. Un terreno en el que aún queda mucho por hacer.
Y es que los últimos datos arrojados sobre este sector no son nada alentadores. Según informes recientes de GreenPeace, el 20% de los vertidos tóxicos en ríos y mares provienen de la industria textil.
“No quería empezar la jornada siendo negativa, pero sí creo que tenemos que ser realistas”, señalaba Gómez, cuyas palabras justificaban la necesidad de unas jornadas como estas, en las que expertos en sostenibilidad de todo el mundo debaten soluciones a la gran problemática que la moda supone para el Medio Ambiente.
Pero antes, la moda sostenible debe solucionar sus propios problemas, como las percepciones negativas que existen en la sociedad o las “dudas sobre su rentabilidad económica”, puntualizó Giusy Bettoni.

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