El cambio de mando de este domingo, donde Luis Abinader asumirá las riendas del país, también traerá cambio de residencia y en el día de ayer el proceso de mudanza se intensificaba, tanto en el apartamento de la Torre Lloret de Mar como en la que será la nueva residencia presidencial, que está ubicada en la calle Doctor Núñez Domínguez del Sector La Julia.

En horas de la mañana fue notorio como poco a poco iban siendo acomodadas algunas maletas y bultos en la parte trasera de jeepetas que permanecían estacionadas, bien cerca de la entrada de la torre que próximamente dejará de ser el hogar de Luis Abinader y de su familia.
Los trabajos en la nueva residencia, aunque se observaron un poco retrasados, mantenían el ritmo.

En la casa contigua, que según se dice servirá para tener el personal de seguridad, un nutrido grupo de obreros luchaban por colocar un gran portón de hierro con la ayuda de una grúa y a varios metros de distancia se realizaba el vaciado de concreto en la parte trasera, cuidando de no provocar los acostumbrados derrames.

La prisa de los que trabajaban dentro de la que será la mansión presidencial se podía notar desde la calle.

Se colocaban piezas de madera en el techo, abrían espacios para unir la residencia con la casa de seguridad y se retocaba el paisajismo.

En la parte externa se observó que hasta los árboles que estaban sembrados en la acera fueron podados profusamente y las residencias que rodean el espacio donde vivirá el presidente electo Luis Abinader también eran sometidas a un remozamiento por grupos de obreros.

Ambas residencia estaban bien custodiadas por efectivos policiales y del servicio secreto a una distancia prudente.