La denuncia de trato deshumanizado que recibió antes de su muerte el periodista Conde Olmos salpica de nuevo el sistema de salud de República Dominicana.

Las denuncias son cada vez más frecuentes, tocan al sistema público y al privado y, por lo general, involucran al personal médico y, en menor medida, al de enfermería.

Conde era un veterano periodista, al que rebotaron por lo menos dos hospitales. Padecía de diabetes y otras complicaciones.

Sus más cercanos amigos, Vianco Martínez y Eli Heiliger dan testimonio de que en el Instituto de la Diabetes y Nutrición (Inden) fue desatendido.

La semana pasada las autoridades del hospital Francisco Moscoso Puello, mediante nota prensa desmintieron haberle dado un maltrato.

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Reclamos

“Para nosotros hubiera sido más decente que las autoridades del hospital Francisco Moscoso Puello hubieran dispuesto una investigación sobre lo que realmente sucedió”, dijeron Martínez y Heiliger.

Reclamos como estos son frecuentes en los medios de comunicación y en las redes sociales.

La población denuncia que si el paciente es pobre no recibe el trato adecuado y digno en centros públicos y privados
Critican, además, cobros por adelantado y otras variadas formas de maltrato que, por lo general, son pasados por alto.

Los dos periodistas denunciaron que Conde Olmos estuvo tres días “tirado” en la emergencia del hospital, y que tanto el Moscoso Puello como el Inden lo empujaron al abismo.

“Conde Olmos estaba visiblemente en estado de deterioro a ese hospital, haciendo una crisis que saltaba a la vista y allí, en el Moscoso Puello, lo degradaron como ser humano”, indican sus amigos en un texto de manejo público.

El caso Conde Olmos y otros muchos plantea un desafío para las autoridades, compelidas a formar al personal sanitario, comenzar por los porteros y hasta el más elevado.