La muerte del chivo, ahora con Punto y Com

La muerte del chivo, ahora con Punto y Com

Juan María Almonte y Annie Tavárez vinieron a mi oficina para informarme de la obra de teatro que están ensayando y montando para estrenar el próximo jueves 30 de septiembre. Se trata de “Mataron al Chivo.com”, una dramaturgia que comparte Almonte con el también dramaturgo y actor Reynaldo Disla.

Aunque no es un estreno nacional, pues ya pue presentada a los estudiantes de distintos colegios, es la primera vez que el público de todas las edades y clases podrá verla formalmente en una sala de teatro.

La sala Patrick Huckingson, del Instituto Cultural Dominico-Americano fue la elegida y allí será recreada la historia de los días finales del régimen del dictador Rafael Leonidas Trujillo partiendo del secuestro del español Jesús de Galíndez y culminando con el abatimiento del tirano.

Queremos saber por qué el título de la obra, cuyos autores aseguran está dentro de un marco totalmente apegado a la historia y que sabemos hace alusión aun merengue que fue escrito y grabado, a raíz de la caída de la cruel dictadura por el Negrito Truman, sobre todo por el punto com.

“Primero por insertarse a la modernidad y conectarse con el público joven, porque aunque es histórico es también ágil, moderno y fresco”, explica Almonte.

Quiso evitar que se formara la idea de que por el hecho de ser un tema histórico se piense en la obra “como algo sombrío y sobrio”.

A su entender muchas obras escritas con temas reales e históricos de fondo no son otra cosa que “dramones. Y esta no es un dramón”.

Incluso en la escenificación, los militares de Trujillo “parecen raperos de hoy”, lo que tampoco significa que sea “una irreverencia a la época”, aunque a él, como artista, le encanta la irreverencia. “Me encanta transguedir”.

“Yo no soy un historiador. Yo soy un artista y considero que el arte debe expresarse en el código de la época en que le toca representarse para que pueda ser entendida por el público que la ve”, aclara.

El público que vaya a la sala de teatro del Instituto Dominico Americano no debe pensar que será un “respetable público” que se sentará a ver lo que está pasando en el escenario, porque está contemplado que el mismo sea “un público actuante. Que participa sobre el escenario y junto a los actores”.

UNA COMEDIA DRAMáTICA

“Todo arte es irreverente. Uno en mayor y otro en menor grado. El arte es un reflejo y una negación de una realidad. Pasa por el tamiz y la creatividad del artista y ahí se deforma”, expresa Almonte.

Juan María Almonte es el director de “Mataron el Chivo punto com y tiene a un elenco de experimentados y jóvenes teatreros como Reynaldo Disla, Anny Tavárez, Luis Guaba, Johnny Mercedes, Gilberto Hernández, Omar Ramírez, Wilson Ureña, Pavel Macano, Amaurys Pérez y Roniel Arias.

Estos encarnaran a personajes de la época como el sátrapa Trujillo y su amado hijo Ramfis, el humorista don Paco Escribano, la heroína Minerva Mirabal, el periodista español Jesús de Galíndez, el monseñor Panal y los ajusticiadores Juan Tomás y Modesto Díaz y Antonio de la Maza.

“Es una comedia dramática, porque contiene bastante humor. Con la finalidad de permitirle al público disfrutar y reflexionar al final sobre lo visto. No es un tratamiento funesto, el público debe salir ileso, el propósito es conmover al público”, afirma.

De facilidad de palabra y de hilación de ideas es fácil seguirle el paso a Juan María cuando habla como si estuviera convenciéndose a sí mismo de lo que nos dice “no es un tratamiento funesto. El público debe salir ileso, el propósito es conmover al público”.

Es un montaje “dinámico, en el que se apela al humor, los efectos especiales, la música, la alta expresión, la danza, la mágico religiosidad, los rituales funerarios de los congos de Villa Mella, el carnaval y la radio novela”.

QUE NO SE ALEGUE IGNORANCIA

“Esta obra es como una bofetada en el rostro de alguien que duerme plácidamente en su casa mientras esta es devorada por un incendio”, metaforiza Almonte.

Sostiene que extrañamente aquí cada día y cada vez con más frecuencia se escucha decir “que aquí lo que falta es un Trujillo” y que eso es “una pena”.

Esta es una de las razones por las que Teatro Robalagallina, que tiene 10 años trabajando temas educativos, históricos y formativos en cientos de colegios y escuelas del país, asume este montaje.

“Como una visión objetiva del proceso de conspirativo que condujo al ajusticiamiento del tirano Trujillo”.

Dice que el tema se trata mucho en sentido inverso en la radio y la televisión del país a cargo de “grupo de viejos babosos que hablan de las supuestas bondades de la época” y hace alusión a la famosa fiesta en que se tocaron y cantaron loas “al Jefe” en presencia del presidente de entonces y el jefe de las Fuerzas Armadas.

Considera que en esta situación hay “por un lado ignorancia y por el otro manipulación” y que es eso lo que crea la actual confusión en relación a lo que fue realmente la llamada Era de Trujillo.

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