La mujer en los barrios marginados

La mujer en los barrios marginados

La vida urbana en la ciudad de Santo Domingo tiene distintos planos sociales. La ciudad presenta una gran escisión social marcada por la estratificación social existente en la sociedad dominicana, en un plano tenemos los barrios marginados y en el otro la ciudad del gran consumo y de residenciales de estratos medios.

En los barrios urbano-marginales las mujeres son las principales protagonistas de la vida cotidiana. Mujeres que preparan café, té y chocolate para el desayuno son las que le dan vida a las esquinas de los barrios desde la madrugada así como las que venden frituras y yaniqueques.

Las redes de solidaridad y apoyo que se tejen en los barrios y en las comunidades urbanas tienen como sostén principal a la mujer. Las mujeres reúnen el dinero para el pago de la caja cuando muere alguien, organizan la comida y la bebida que se va a brindar en el velorio-nueve días, organizan el ritual religioso y el duelo.

Otras actividades de solidaridad y apoyo que tejen las mujeres son: apoyo en caso de enfermedad, cuidado de envejecientes, atención a personas discapacitadas, cuidado de niños y niñas, alimentación en caso de necesidad y atención en casos de emergencia.

Las mujeres son el eje principal de cohesión social en las comunidades urbanas y barrios urbano-marginales. Son ellas las que unen a la comunidad frente a las necesidades y emergencias y las que asumen las principales reivindicaciones sociales.

Las principales reivindicaciones sociales y la construcción de capital social en las distintas comunidades se generan con la acción de las mujeres. Ellas movilizan las comunidades para la reparación de escuelas, abastecimiento de agua potable, abastecimiento de energía eléctrica, reparación de calles y en la lucha contra la delincuencia.

Las mujeres tienen un gran peso en la construcción de capital social, cohesión social y en las redes sociales que cubren las ausencias de políticas sociales efectivas dirigidas hacia la población vulnerable. Sin embargo, las mujeres no reciben el reconocimiento que se merecen en la sociedad y no viven en igualdad de condiciones y oportunidades frente a la población masculina. En los barrios no hay espacios de recreación y ocio para las mujeres, no tienen acceso a oportunidades de empleo, capacitación técnica ni políticas de acceso a crédito desde sus organizaciones, no se desarrollan políticas sociales que fortalezcan las redes sociales que ellas tejen.

Las mujeres son las grandes invisibles de la ciudad y de los barrios marginados. Son las que más sufren la inseguridad y la violencia que se vive en estos espacios y ellas mismas no tienen conciencia de sus derechos ni su rol protagónico en la vida social.

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