La “mujer-flor” de Dior regresó a la pasarela en versión retrofuturista

La “mujer-flor” de Dior regresó a la pasarela en versión retrofuturista

PARÍS. El vestido floreado con cintura de avispa que inmortalizó a Christian Dior se lleva con botas largas de colores vivos. Con música de David Bowie de fondo, Raf Simons apeló a los años 1950, 1960 y 1970 para su colección de alta costura.

El diseñador belga de 47 años ya había hecho incursión en desfiles anteriores en el retrofuturismo versión siglo XVIII y ahora con un toque más “era espacial” para su desfile realizado en el museo Rodin de París.

Las actrices Marisa Berenson y Natalie Portman asistieron en primera fila, no lejos de Bernard Arnault, presidente del grupo de lujo LVMH, dueño de la marca dirigida por Sidney Toledano.

La moqueta rosada evocó uno de los colores favoritos del fundador de la legendaria casa de modas, de cuyo nacimiento se cumplieron 110 años la semana pasada. Las flores también están presentes, aunque esta vez estampadas en vestidos o impermeables de plástico transparente y muy amplios. Por debajo destella un conjunto corto con lentejuelas y las botas altísimas estilo Barbarella.

El desfile concluye con espectaculares vestidos plisados con rayas horizontales, inspiradas en el arte abstracto contemporáneo. Tras el desfile, dos encargadas del taller de Dior, Monique Bailly y Florence Chehet, descubren por primera vez la colección en su totalidad. Antes del día “D”, las piezas estaban dispersas en cada taller.

“¡Fue una verdadera emoción! Estamos muy contentas, era bellísimo, había colores, volúmenes, y movimiento”, comenta Florence Chehet.

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