La mujer ideal

<p>La mujer ideal</p>

SUSANA SÁNCHEZ
Cuenta una historia que cuando Dios creó a la mujer, un ángel que estaba a su lado vio una lágrima en ella y dijo a Dios: has puesto demasiada carga en la mujer, hay una fuga en sus ojos. No, dijo Dios. Las lágrimas son una manera de ella expresar su dicha, su pena, su soledad, su sufrimiento y su orgullo. El ángel dijo a Dios: realmente eres un genio, pensaste en todo. La mujer es maravillosa.

Sí, dijo Dios, piensa, razona y sabe negociar y más aun edifica bien su hogar. Le siguió diciendo Dios, la mujer tiene una fuerza que maravilla a los hombres: aguanta dificultades, lleva grandes cargas, pero tiene felicidad, amor y deseo de vivir. Sonríen cuando quieren gritar. Cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas. Luchan por lo que creen. Se enfrentan a la injusticia. No aceptan un no por respuesta cuando ellas creen que hay una solución. Se privan para que su familia pueda tener. Aman incondicionalmente. Lloran cuando sus hijos triunfan y celebran junto a sus amigos y luchan frente al sufrimiento y las penas. Son felices cuando nace un niño o la invitan a una boda. Saben que un beso y un abrazo pueden curar un corazón roto. Sin embargo, hay un defecto en la mujer: que se olvida muchas veces cuánto vale.

En Proverbios 31:10s presenta la sabiduría como la mujer fuente de vida y estabilidad en el hogar. “Hayil” es traducido como virtuosa, digna, noble, valiente. El texto habla de una mujer fuerte en una sociedad patriarcal, una sociedad que define a la mujer como hija, esposa y madre. Sin embargo, a pesar de esta realidad, esta mujer es vista como la imagen femenina de la sabiduría, la cual es libre, capaz, amorosa. Es el eje y la seguridad de su familia. El modelo que encontramos aquí son las huellas de una mujer realizada. La razón es porque ha sabido establecer prioridades y equilibrio entre su vida social y familiar. Creo que es el gran desafío para la mujer de este siglo XXI. Porque la sabiduría construye su casa, este hogar está fraguado de felicidad y éxito. Esta mujer temerosa de Dios ha edificado su casa sobre la sabiduría. Por lo tanto es alabada por sus hijos, por el esposo y la sociedad.

Ella es una empresaria que compra campo y los vende; planta viña, confecciona vestido, pero se levanta antes del amanecer para dar a su familia de comer, chequea la ropa que viste su marido. Se ocupa de que hogar esté bien arreglado, es una mujer organizada y sobre todo trabaja en equipo con su familia, y es reconocida y alabada por ellos. Es fuente y sostén, productora de vida, ella invierte en lo más fundamental, educar y formar a su familia. Su estilo y manera de vivir está librando a sus hijos de violencia, drogas y corrupción. Pues hay convivencia familiar.”Muchas mujeres hacen cosas magnificas, pero la mujer sabiduría la sobre pasa a todas”. Hoy en el siglo XXI la mujer ha logrado calar en todas las dimensiones sociales, desde ser Presidenta, hasta viajar a la luna, ella continúa desarrollando su sabiduría.

Sin embargo, es indudable que la salida de la mujer de los patrones tradicionales del hogar, también ha incrementado la disfuncionalidad de la familia. Se hace necesario hacer un reajuste entre el éxito intelectual y profesional con nuestro rol en la vida familiar. Hoy los hogares son pequeños hoteles donde los miembros de la familia entran y salen. Creo que tanto mujer y hombre tienen que sentarse en la mesa del diálogo y programarse, de manera que se invierta un tiempo de calidad en la vida familiar, solo así se podrá combatir la delincuencia, las drogas y la corrupción en general, porque cada uno de los que violan la ley y la moral, salen de una familia que ha dejado a un lado el papel de formar hombres y mujeres reproductores de vida abundante. La mujer ideal es parte de una familia armoniosa y estable.

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