La mujer, roles y presión cultural

La mujer, roles y presión cultural

Las mujeres somos en la sociedad dominicana el eje principal sobre el que descansa la cultura en cuanto a: reproducción de valores, normas, prácticas y creencias de cada grupo social y  localidad.

La presión social que se ejerce sobre la mujer nos convierte en responsables de los problemas sociales de nuestra sociedad y nos mantiene en una situación de desigualdad frente a los roles masculinos centrados en el poder. 

La mujer es la que asume la enseñanza de las prácticas y creencias religiosas. Muchas religiones, como la católica, niegan a la mujer el derecho a participar en la toma de decisiones y estamentos jerárquicos, además mantienen la exclusión y negación de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer. Sin embargo, las mujeres son mayoría en las iglesias sosteniendo un espacio en el que se autodiscriminan.

Se espera que la mujer lidere el proceso educativo de sus hijos/as. En los centros educativos son las madres  (mayoría)  las que asisten a las reuniones supuestamente para padres y madres. Cuando  niños y  niñas tienen deficiencias en su rendimiento académico o problemas de conducta, maestros/maestras culpabilizan a las madres de ello. La inserción de la mujer en la esfera laboral es un conflicto permanente para nuestra sociedad por sus patrones conservadores y sexistas. Se percibe (erróneamente) que una de las causas de embarazos en adolescentes es “el descuido de las madres” porque “no están en las casas para ocuparse de sus hijas adolescentes”.

A la madre se le responsabiliza (erróneamente) de la inserción de sus hijos/as en actividades delictivas. Como ejemplo tenemos una madre de un barrio que se suicidó al enterarse que su hijo estaba vendiendo drogas en Nueva York. Ella era una líder comunitaria  y de la parroquia en su comunidad y no soportó esa cargasocial. Esta responsabilidad de madre presiona a las mujeres a dar respuesta a los modelos socio-culturales, mantener sus sustratos y a ser madres (sacrificadas) más que mujeres con su propia individualidad. La mujer que rompe con este rol de la maternidad es sancionada socialmente, negándosele el derecho a decidir sobre su cuerpo.

Si  bien algunas mujeres hemos logrado abrirnos un espacio en el ámbito de lo público y laboral, éste se mantiene en tensión permanente con el sostenimiento de los roles reproductivos tradicionales que se nos asignan. La mujer se mantiene así con una doble y triple jornada en la que además de la tarea de obtención de ingresos, se le agregan otras (mencionadas anteriormente) vinculadas a la socialización y enculturación de sus hijos/as y del hogar.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas